Manu Yáñez

“El guardián de los archivos secretos de La Habana atraviesa el día más difícil de su carrera, ya que le han ordenado destruir documentos de alto valor histórico”. Así se presenta el proyecto documental La Isla Sumergida de Lucía Malandro y Daniel Saucedo, galardonado en la edición de 2023 de ZINEBI Networking: Dokumentalen Sorgunea, la actividad de industria del festival ZINEBI de Bilbao. Producida por la Elías Querejeta Zine Eskola (EQZE), La Isla Sumergida se aproxima al ámbito de la conservación a través de las contradicciones de su protagonista, un hombre marcado por la “lealtad absoluta a la Revolución y una enorme devoción por la Historia de Cuba”. A continuación, conversamos con Lucía Malandro acerca de la concepción y realización de La Isla Sumergida.

La Isla Sumergida se centra en la figura del guardián de los archivos secretos de La Habana. ¿Cómo dieron con este personaje?

Johny Otero fue el hallazgo más fascinante de nuestra investigación sobre el fondo fotográfico de archivos judiciales de La Habana. Tan pronto como nos acercamos a él, comprendimos que era el dueño de una imaginación bastante fuera de lo común y que poseía una increíble capacidad de diálogo con estas imágenes, donde se evidenciaba con asombrosa transparencia la inmensa complejidad de la historia cubana. Lo que más nos atrajo de Johny fue su pasión por este universo, una fuerza casi sobrenatural que lo mantiene íntimamente ligado a su espacio de trabajo. Su aura y su apariencia de hombre huraño e introspectivo, amante de la soledad y el silencio ocultan un genio incomprendido con un carácter creativo y curioso. Su dedicación incondicional a la Revolución le agregan una capa de complejidad a su personaje.

En la profundidad con la que analiza los valiosos archivos que custodia, no es difícil percibir la tensión entre su lealtad política y su amor por la historia de Cuba. Esta dualidad de su carácter, muy representativa de su generación (la primera en nacer dentro de la Revolución cubana) lo convierten en el protagonista perfecto para explorar las contradicciones fundamentales que aborda nuestra película, donde funciona como una especie motor impulsor o corazón emocional y narrativo de esta Isla Sumergida.

En la presentación del proyecto de La Isla Sumergida, se hace referencia al “día más difícil en la carrera” del protagonista. Esta premisa permite imaginar una película que podría navegar entre lo observacional y lo performático. ¿Es así?

Efectivamente, el arco dramático de la película transcurre a lo largo de un día difícil para Johny. Aunque, en la premisa antes mencionada, está descrito en singular, es un día que se ha repetido con cierta regularidad a lo largo de sus más de treinta años de carrera: el día de decir adiós a los expedientes “irrelevantes” que han prescrito, para abrir espacio a las nuevas causas judiciales.

Muy ciertamente, este dispositivo narrativo nos brinda la oportunidad de explorar a través de artificios cinematográficos que se mueven entre lo observacional y lo performático los mecanismos internos e invisibles que se ocultan detrás de la decisión de qué imágenes y documentos deben preservarse por su relevancia dentro la historia de Cuba, y cuáles no. El enfoque “observacional” nos permite registrar con autenticidad su rutina inmersa en los desafíos a los que se enfrenta en este día crucial, mientras que el enfoque performático nos ayuda a acceder al mundo interior de Johnny, en su diálogo constante con los documentos, su proceso de toma de decisiones y sus reflexiones internas presentes en la película a través de soliloquios que nos ayudan a representar la agudeza y crudeza de sus pensamientos a la vez que acentuamos su inmensa soledad.

Tu trabajo conjunto con Daniel Saucedo ha puesto el foco en el archivo. ¿Cuáles son los principios que guían su labor archivística? ¿Tienen algún referente cinematográfico capital en esta materia?

Nuestra labor archivística en La Isla Sumergida se rige por varios principios fundamentales que pasan por intentar capturar la autenticidad histórica de los materiales, sin perder de vista su cualidad emocional y su gran valor cultural y sentimental. Como nuestra labor de cineastas está aparejada a labores que tienen que ver estrictamente con el archivo, siempre tenemos en cuenta a la hora de realizar cualquier proceso que implique materiales en soportes físicos (como es el caso de las fotografías utilizada en esta película) procedimientos de almacenamiento y reguardo que garanticen la preservación de las imágenes.

En cuanto a referentes cinematográficos, nos inspiramos en obras que han explorado de manera innovadora la relación de los archivos y la historia. Podríamos mencionar a cineastas tales como Harun Farocki o Serguei Loznitza, cuyas visiones cinematográficas de la relación entre la política y las imágenes nos han inspirado mucho, así como otros que exploran más en profundidad personajes complejos o polémicos como Joshua Oppenheimer o Ulrich Seidl.

Leí que, en tu trabajo junto a Daniel Saucedo, hay un fuerte interés por la “exploración de la teatralidad” en la construcción de los discursos audiovisuales históricos. ¿En qué consiste esa exploración?

Esa “exploración de la teatralidad” pensamos puede ser la exploración (y la explotación) de las dosis de representación o puesta en escena que existen dentro de las llamadas “imágenes históricas”. Nos interesa indagar en la naturaleza subjetiva de los documentos históricos y desconfiar de las imágenes y sus supuestas representaciones objetivas de la realidad. Nos gusta pensar y enfrentarnos a la Historia como una construcción narrativa que muy a menudo, es escrita por el bando de los vencedores, lo que implica la presencia de sesgos y narrativas selectivas. Esta premisa de que toda realidad es una ficción (o una mentira) repetida lo suficiente, nos lleva a intentar cuestionar y desafiar las interpretaciones convencionales de la historia, explorando la posibilidad de que detrás de cada imagen de apariencia objetiva exista una construcción subjetiva o un subtexto que, aunque no haya manera de saber con certezas de que se trata, es sin dudas lo más importante.

La Isla Sumergida cuenta con la producción de la Elías Querejeta Zine Eskola.

Recientemente, completamos los Máster en Creación y Archivo Fílmico en esta prestigiosa escuela. Este programa nos proporcionó un sólido conocimiento en todos los aspectos relacionados con el archivo cinematográfico, desde su gestión práctica hasta las complejidades éticas que implica el acto de “archivar”.

La formación recibida nos hizo conscientes de la importancia de nuestro trabajo en La Isla Sumergida, especialmente en relación con la custodia y preservación de los documentos históricos. La ética archivística se convirtió en un pilar fundamental en nuestro enfoque, guiándonos en la toma de decisiones respecto a la selección, preservación y presentación de los materiales en la película. Además, la escuela nos brindó la oportunidad única de colaborar en este proyecto junto a varios profesionales muy destacados en el ámbito de cine como son el caso de Ted Fendt, Pedro Costa, Catarina Vasconcelos, Matías Piñeiro. Sus visiones y experiencias han influido significativamente en la manera en la que abordamos la narrativa y la estética de La Isla Sumergida.

La Elías Querejeta Zine Eskola se convirtió para nosotros en un espacio de seguridad donde pudimos fusionar teoría y práctica. Estamos agradecidos por la oportunidad de haber formado parte de esta escuela y sentimos que ha enriquecido sobremanera nuestro enfoque en la realización de La Isla Sumergida.

¿A qué desafíos de producción se enfrenta un proyecto como el de La isla sumergida?

En la actualidad, nos encontramos inmersos en el desafío de armar el puzle de coproducción para La Isla Sumergida. Estamos en búsqueda de posibles productoras europeas que nos ayuden a abordar la fase de postproducción de la película. Esta colaboración es esencial para garantizar los recursos necesarios y llevar a cabo una postproducción de alta calidad que cumpla con la visión creativa del proyecto.

¿Qué significa para una producción como La isla sumergida recibir el premio de ZINEBI Networking?

Recibir el premio supone un reconocimiento significativo que valida la calidad del proyecto, y nos brinda un importante apoyo financiero y recursos adicionales. También nos ofrece oportunidades de networking en la industria cinematográfica, aumenta la visibilidad y promoción de la película, y otorga reconocimiento a nivel internacional, proporcionando una plataforma invaluable para futuras colaboraciones y oportunidades de distribución global. Este premio tiene un impacto positivo y muy significativo en la trayectoria y proyección de la película en la escena cinematográfica. Estamos muy agradecidos de que nuestro proyecto haya sido seleccionado entre tantas obras de tan alto valor que compitieron en esta edición.