La Casa Encendida acoge parte de la programación del festival Filmadrid, que trae a Madrid, entre otros, el primer foco dedicado al cineasta experimental belga Boris Lehman, cineasta del retrato y el autorretrato, de la identidad como un proceso, jamás acabada, siempre en devenir, y que ningún arte, ni tan siquiera el cine, es capaz de fijar de forma definitiva. Según el crítico Boris Monneau: “La autobiografía deviene una búsqueda perpetua, una búsqueda de sí mismo donde Lehman acaba asumiendo la figura mítica del judío errante”. O en palabras del propio cineasta: “Sé que al girar alrededor de algo que es yo y que no lo es, acabaré convirtiéndome en este punto extremo que busco, mi verdadero yo, el centro, que está en todas partes y en ninguna, se desarrolla al infinito y vuelve a sí mismo, el camino a la eternidad”. La primera de las sesiones, presentada por su director, es una película realizada a lo largo de siete años, y bubtitulada “de la brièveté de la vie”, en homenaje al escrito de Séneca. La película parte de una situación muy particular e íntima, una meditación poética sobre la vejez, y deriva hacia un documental científico y didáctico sobre el pelo. En esa investigación capilar el cineasta busca sus raíces: históricas, en las vivencias familaires durante la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto, y míticas, a través de la figura de Sansón. GdPA

Programación completa de La Casa Encendida.