¿Puede la potencia de una imagen final salvar una película entera? Éste no es el caso de La invitación, ya que la película, ganadora del premio a mejor película en Sitges 2015, no se reduce únicamente a un último plano soberbio; pero lo cierto es que nada de lo acontecido hasta ese momento está a la altura de ese final tan inesperado como consecuente. Hasta entonces nos encontramos con una pequeña pieza de cámara donde unos cuantos amigos se reúnen ante una invitación misteriosa para charlar de su pasado y de la manera en que cada uno de ellos han ido afrontando una serie de traumas. La invitación es un thriller hablado, uno donde todo el mundo tiene sus razones y donde los personajes dejan el arquetipo a un lado para convertirse en seres con sus propias motivaciones. Se trata de un filme donde la directora abandona el subrayado de su propia autoría para ceder el protagonismo a ese misterio que describe a cada uno de los protagonistas: ella espera al último minuto para dar un carpetazo en la mesa que demuestra que no es que ella no estuviera presente, es que, como buena jugadora, esperaba a la traca final para mostrar sus cartas. El premio a la mejor película le quedó tal vez un poco grande a un filme que sonaba a ya visto, pero lo cierto es que el viaje se realiza sin paradas y todo fluye de manera perfecta hasta llegar a la meta, tarea realmente complicada más aun cuando hablamos de una fiesta a la que ya hemos sido invitados tantas otras veces. La Filmoteca de Andalucía permite recuperar la película en sus salas. ER

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