Aunque es bien sabido que la música de cine nunca debe ser la que mejor se escuche, sino la que mejor se vea, las composiciones de Ennio Morricone suelen cumplir casi siempre ambas funciones. Por un lado, se integran en la imagen y estructura de la película unificando el todo y describiendo las partes; por otro, suelen ser también piezas de indudable valor musical independiente. En este sentido, muchas veces se achaca al cine de Tornatore que queda ahogado por el virtuosismo de las melodías del compositor romano, pero lo cierto es que sus películas tratan la banda sonora del mismo modo que la fotografía o la dirección de arte: de un modo tan conscientemente barroco como preciosista. El trabajo del compositor no es sino un reflejo de eso y La leyenda del pianista en el océano es de algún modo una de sus colaboraciones más paradigmáticas. El Instituto Italiano de Cultura ha decidido rendir homenaje al genio (hablamos, por supuesto, de Morricone) a través de la proyección de la película, una de sus mejores bandas sonoras. ER

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