El Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria anunció ayer el palmarés de su 23ª edición, que aparece coronado por el largometraje canadiense Matt and Mara de Kazik Radwanski. Entre los diez films que competían en la Sección Oficial del certamen canario, el jurado –formado por Marina Sanna, Samal Yeslyamova y Sidney Cadot-Sambosi– se ha posicionado en favor de esta producción por “la capacidad del director para llevar a la pantalla problemas y situaciones de relaciones profundas, complejas y universales. La dirección de actores y el guion son brillantes y relevantes.

El segundo premio de esta 23.ª edición, la Lady Harimaguada de Plata, ha recaído en la película Explanation for Everything (Magyarázat mindenre) de Gábor Reisz. De este título, el jurado ha destacado su poderosa inmersión en la sociedad húngara, la sutil interconexión entre los personajes y la complejidad de las cuestiones que vinculan política y libertad. Por añadidura, el montaje y la música subrayan todas las cualidades de la trama”. Asimismo, del largometraje Cu Li Không Bao Giờ Khóc (Cu Li Never Cries) se ha llevado el Premio a la Mejor Interpretación, para Minh-Châu, por “su presencia y naturalidad que aportan a la película todos los colores que pueden existir”. El jurado de la Sección Oficial ha concedido, además, una mención especial, entre las diez propuestas presentadas en la categoría de largometrajes, a la cinta estadounidense Through the Graves the Wind Is Blowing de Travis Wilkersonpor el gran talento del director para ofrecer una reflexión sobre elementos muy complejos de la historia a través del humor y convertir a la arquitectura en un personaje silente y en un escenario teatral donde los temas contemporáneos son tan cómicos como patéticos.

La producción Paradise del director esrilanqués Prasanna Vithanage se ha alzado con el Premio del Público de este 23FICLPGC. Para el jurado popular, “este largometraje ha demostrado que el cine tiene el poder de unirnos, de inspirarnos y de darnos un vistazo a la diversidad del mundo que nos rodea”. “A través de sus personajes, sus paisajes, sus historias y su visión única”, coincidieron, “nos ha registrado la belleza y la complejidad de la experiencia humana”.

En la categoría de cortometrajes, el premio ha recaído en el trabajo de la directora Daniela Muñoz Barroso Cuatro hoyos. Linn Löffler, Samir Karahoda y Yun-Hua Chen jueces de la sección, han resaltado que “a través del poder de lo simple, la mera presencia de dos individuos”, la pieza, “cautiva al público con su cruda autenticidad y entrañable encanto. Surge como narrativa multifacética con una amplia gama de temas socioeconómicos que resuena universalmente”.

El jurado de la sección Banda Aparte concedió el premio al largometraje chileno Malqueridas. Para los integrantes del jurado, Elena Duque, Samuel M. Delgado y Ulrich Ziemons, el trabajo de la cineasta Tana Gilbert es digno de resaltar por tratarse de una película sobre la compasión, el apoyo, el cuidado y la humanidad en un ambiente hostil. Con imágenes tomadas desde el punto de vista de sus protagonistas, la película construye la historia colectiva de una comunidad nacida de la necesidad. Un collage de experiencias articuladas en torno a un dispositivo visual simple pero eficaz, que también apela al deseo de contacto físico que trae el aislamiento”.

El jurado encargado de valorar los trabajos presentados en la sección Panorama España, integrado por María Campaña Ramia, Davide Abbatescianni y Ana Isabel Strindberg, premió a On the Go de María Gisèle Royo y Julia de Castro, por tratarse de “una película que es un tránsito constante, desde el material que la inspira hasta su destino final”. Aseguraron los tres, “nos cautivó la singularidad de sus extraños, pero profundos personajes principales, su lenguaje cinematográfico tan libre cuanto riguroso y su enfoque lúdico pero discreto del amor, lo queer, la amistad y la maternidad”. Tal y como se anunció el pasado miércoles, el palmarés contempló, además, una mención especial a Trenc d’Alba de Anna Llargués. Del corto de la cineasta mallorquina destacaron la sutileza y delicadeza de la puesta en escena de una historia de resistencia y protección de la memoria colectiva de una familia”.

El jurado del apartado Canarias Cinema, compuesto por Maider Fernández Iriarte, Javier García Puerto y Joana Granero Sánchez otorgó el Premio Richard Leacock al Mejor Largometraje a la película La hojarasca de Macu Machín por presentar “una película que retrata la intimidad y complicidad entre tres hermanas gracias a la maestría de una directora que logra transmitir al espectador, con miembros de su propia familia. Una historia de alcance universal. Canarias Cinema fue el primer apartado en conocer sus premios el pasado lunes y concedió el Premio Richard Leacock al Mejor Cortometraje que llevaba por título Aitana, un trabajo que firma Marina Alberti. De dicho corto, el jurado ha valorado que se trata de “una película que explora la memoria y la amenaza del olvido en un único espacio donde se arremolinan cuatro generaciones de una misma familia y los entresijos de la historia de un país”. Asimismo, hubo una mención especial para Cabreo de Jesús F. Cruz por lograr realizar “una película que desborda creatividad y rebeldía”.

El jurado del Premio de Distribución Digital 104, compuesto por Jonay García, Domingo J. González y Nayra Rodríguez, ha otorgado el premio al cortometraje presentado por Alexander Cabeza Trigg, El Canto de los Años Nuevos “por su capacidad de crear un microcosmos cinematográfico en el que pasado, presente y futuro se unen para reflexionar sobre la identidad de la isla y su supervivencia a través de las nuevas generaciones”.

Por último, el jurado de la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales CIMA, formado por Elena Molina, María Monreal y María Abenia, ha decidido otorgar el premio a I’m Not Everything I Want to Be (Ještě nejsem, kým chci být) de la directora checa Klára Tasovská, “por su capacidad de poner el dispositivo cinematográfico al servicio de la vida y la obra de una fotógrafa, cuya voz vehicula la disidencia y el contra-relato que desde CIMA sentimos necesarios, para abordar fórmulas de representación que reelaboren los imaginarios hegemónicos y la gran ficción androcentrista”. “Por su uso, asimismo, del montaje, como un inteligente fotodiario o fotonovela al más puro estilo de La Jetée de Chris Marker, descentralizando el uso de la fotografía de la sala museística, y demostrando un ritmo, un pulso y una verdad en su yuxtaposición de imágenes y de sonidos muy interesantes”.