Continúan las oportunidades de recuperar el último largometraje del chileno, afincado en Europa (Francia, pero también Portugal, donde rodó gran parte de su filmografía en el exilio) Raúl Ruiz. Una película estrenada de forma póstuma, cuando el más conocido de los directores chilenos ya se había reunido con su madre, a la que siempre estuvo muy apegado (“Vaya usted delante, que yo le sigo”, cuentan que le dijo en su lecho de muerte), La noche de enfrente contiene muchos de los elementos ruizanos: el sueño, la ierralidad, cierta azar en la narración, una estructura aparentemente azarosa, y una libertad pocas veces igualada. La película, que casi inevitablemente podía leerse como un epitafio, trabaja con la idea de la pervivencia de los muertos, o la desaparición del tiempo como elemento separador, creando el retrato de un viejo jubilado que, mientras espera su muerte inminente, se enfrenta a escenas de su pasado. GdPA

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