Pajaritos y pajarracos es la historia de una humanidad dividida en los dos entes del título. También es la película que marca un antes y un después en la trayectoria de Pasolini ya que de algún modo inaugura la segunda etapa de su filmografía. Totò y su hijo Ninetto, acompañados por un cuervo que habla, viajan por los alrededores de Roma mientras reflexionan sobre la vida, la muerte y la luna entre otros temas. Muchas cosas se pueden decir acerca de una de las obras maestras del cineasta boloñés, pero ninguna a la altura de los que tal vez sean los mejores títulos de crédito de la historia. Unos que no se leen ni se dicen, sino que se cantan: “Alfredo Bini presenta al absurdo TOTO, al humano TOTO, al loco TOTO, al dulce TOTO… en la historia Pajaritos y pajarracos. Contada por PIER PAOLO PASOLINI. Con el inocente, el sagaz… DAVOLI NINETTO. Encontrados en las calles del mundo entero, los otros actores. En el triste rodaje… En el feliz rodaje… Una pequeña troupe vagabundeó por los campos, los pueblos y los caminos. Produciendo arriesgó su posición ALFREDO BINI. Dirigiendo arriesgó la reputación: PIER PAOLO PASOLINI”. Termina así, empieza así, concluye así, comienza así… Pajaritos y pajarracos es imperdible. ER

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