El mundo de la animación en España no deja de dar sorpresas, que, sin embargo, no parecen llegar al público de la manera en que debieran. Es el caso del singular y ambicioso debut del cortometrajista valenciano Samuel Ortí, conocido como “Sam”, que propone una versión en stop-motion de una comedia a medio camino entre la horror comedy y la sátira o el esperpento. La película, que no va dirigida al público infantil, sino a un espectador adulto, juega con referencias politicas, de la cultura popular, e incluso cinéfilas, para construir una versión cañí de El exorcista u otras películas de posesiones para construir lo que Eulalia Iglesias denominó “un remolino imparable de humor intertextual”. El ciclo que la Sala Berlanga para recuperar películas españolas de animación puede ser una buena ocasión para descubrir una película singular, marginada por la pobreza de nuestro escenario de exhibición y distribución. GdPA

Programación completa de la Sala Berlanga.