El extensivo e imprescindible ciclo que la Filmoteca Española dedica a una figura esencial del cine moderno como Robert Bresson arranca, como quizás no podía ser de otro modo, con sus dos primeros trabajos, un cortometraje y su primer largo, en una sesión introductora a un ciclo que permitirá acompañar a Bresson por el desarrollo y por la consolidación de su firma ética y estética cinematográfica. Un ciclo que, además, parece que presentará las películas en sus formatos originales en celuloide. Sobre estas dos películas, el propio Bresson dijo: “Algunos pensaban que yo no deseaba volver a ver esta primera película rodada sin experiencia. Al contrario, le guardaba bastante amor y un poco de curiosidad. He tenido la sorpresa de encontrar en ella algo de la manera que tengo hoy de atrapar las cosas, de mostrarlas juntas, la manera en que los planos se suceden” (…) “Sin sensiblería, sin vulgaridad, sin pretensiones -pero con tacto, con pudor también. Y desde luego, nada de encargos ni de travesuras. ¡Una lección para los que van de genios! ¿Los intérpretes? Imposibles de doblar. ¿Y la técnica? Quisiera elogiarla por una vez, ya que, en esta película, se perciben tanto como las vigas de una casa. Y sobre los planos … ¡no hay búsqueda, hay hallazgos!”. GdPA

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