En su momento se habló mucho de la pieza de orfebrería que cometió el tándem Kaufman & Johnson, y la cinta conseguiría el Gran Premio del Jurado en Venecia así como una nominación al Oscar en la categoría de Película de Animación, pero esos reconocimientos no fueron suficientes para conseguir llevar gente a las salas. Lo cierto es que Anomalisa es una película que se intuye incómoda en muchos sentidos: animación con marionetas, dos únicas voces para todo el reparto, un tono a medio camino entre la comedia romántica y el drama introspectivo, un escenario claustrofóbico, etc. Parte de la crítica le achacó una visión excesivamente falocentrista pero su perspectiva narrativa no fomenta nunca la masculinidad como fuente de poder o autoridad, sino que tiende más a explotar los medio e inseguridades del hombre. Éste es siempre el centro, pero ello no implica necesariamente que ese sea el lugar que le corresponde. Anomalisa es, en ese sentido, menos anomalía de lo que le gustaría, pero en cualquier caso es una obra palpablemente atípica. Endika Rey

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