Tenemos tan asumido que la educación consiste en pasar horas sentado en una silla de un colegio, escuchando a los profesores, y luego memorizar esos contenidos para volcarlos en un examen posterior, que cualquier cosa que se salga de esa norma parece imposible, cuando no herejía o utopías cavernarias. Esta película, un ejercicio casi puro de cine directo y observacional, nace de dos preguntas básicas que sin embargo, no todo el mundo se hace: ¿Es posible otro modelo de escuela? ¿Es posible la utopía educativa? A través del retrato directo del primer curso escuela libre Teddy McArdle, donde las clases son voluntarias y los adultos y adolescentes votan en igualdad de condiciones las reglas para todos, la película plantea una reflexión sobre los modelos educativos, y yendo más allá, sobre qué significa hoy en día educar, que viene a ser lo mismo que plantearse qué sociedad, qué ciudadanos, qué vida en común queremos para nosotros y para nuestros hijos. GdPA

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