(Imagen de cabecera: “Quiero lo eterno”, de Miguel Ángel Blanca)

En el mes de marzo, Cineteca (Madrid) propone un acercamiento al universo juvenil contemporáneo a través de un mosaico de retratos audiovisuales que, según los programadores del complejo fílmico, “muestran la juventud lejos de la habitual condescendencia, y abrazando lo que tiene de indómita y de incomprensible”. Así, bajo el título YUNG! Vivos, bonitos y libres, Cineteca presenta un conjunto de películas atravesadas por un impulso juvenil irrefrenable, y que “reivindican la juventud como un espacio de energía, rebeldía e independencia”. Además, la presentación de films como Young & Beautiful, primer largometraje de Marina Lameiro, Tarde para morir joven de Dominga Sotomayor o Young and Alive (L’Époque) de Matthieu Bareyre ofrece un retrato vivaz de la juventud actual.

Con 18 títulos que van del corto al largometraje, Yung! Vivos, bonitos y libres presenta trabajos como la serie Quién lo impide de Jonás Trueba (23 y 24 de marzo), Paranoid Park de Gus Van Sant (10 y 20 de marzo), Project X de Nima Nourizadeh, (1 y 6 de marzo) o Una chica vuelve a casa sola de noche (A Girl Walks Home Alone at Night) de Ana Lily Amirpour (12 y 22 de marzo). Además, el ciclo ofrece la oportunidad de ver los trabajos en formato cortometraje y mediometraje de Gabriel Velázquez, con títulos como En Madison siempre es lunes (24 y 30 de marzo), Iceberg (23 y 30 de marzo) o Ärtico (24 y 30 de marzo). Recoge, además, una buena muestra de la obra del argentino Eduardo ‘Teddy’ Williams, con una sesión de sus cortometrajes (2 de marzo) y la proyección de su largometraje El auge del humano (del 21 al 31 de marzo).

Dentro del foco, Cineteca presenta en 16 mm Pine Flat (8 de marzo), obra cumbre de la cineasta, artista y fotógrafa norteamericana Sharon Lockhart, en la que retrata a los jóvenes de una comunidad a los pies de Sierra Nevada (California): doce tomas de diez minutos cada una, en las que la naturaleza y el tiempo libre son las claves para vivir en libertad y comunidad. Otros títulos reunidos en el foco Yung! Vivos, bonitos y libres son Adolescentes (21 retratos filmados) de Ángel Santos (29 y 31 de marzo), Spring Breakers de Harmony Korine (3 y 19 de marzo), Después de esto (The Here After/Efterskalv) de Magnus von Horn (7, 19 y 22 de marzo), I cormorani de Fabio Bobbio (13 y 14 de marzo), Quiero lo eterno de Miguel Ángel Blanca (5 y 28 de marzo), Silvana de Mika Gustafson, Olivia Kastebring y Christina Tsiobanelis (12, 19 y 21 de marzo) y Aprendiendo a volar (Learning to Fly) de Camilo van Hissenhoven y Ruth Nieto (23 y 24 de marzo).

“Young & Beautiful”, de Marina Lameiro.

Además, los estrenos de marzo en Cineteca tienen la juventud como común denominador y coinciden en un retrato de la complejidad en la que se desarrolla esta etapa de la vida, una de las más enérgicas e incomprendidas, fuente de inspiración para cineastas de muy diversa índole. Así, Young & Beautiful (del 1 al 10 de marzo), primer largometraje de Marina Lameiro, recoge el desconcierto de un grupo de jóvenes que asumen sus primeras responsabilidades como adultos. Un abordaje alternativo es el de Tarde para morir joven (del 8 al 15 de marzo), último trabajo de la directora chilena Dominga Sotomayor, galardonada con el premio a la Mejor Dirección en los festivales de Locarno y Gijón. La película, ambientada en el verano de 1990 durante los últimos días del pinochetismo, muestra un país que se siente joven, renovado y herido, luminoso y feliz; y en ese contexto, Sofía, recién llegada a un pueblo lejos de la ciudad, estrena vida, país, amigos y democracia. Por último, Young and Alive (L’Époque), de Matthieu Bareyre (del 29 de marzo al 7 de abril), también enmarcada en un pedazo de actualidad política y social, refleja la vivencia de las y los jóvenes parisinos tras los atentados de 2015, en un viaje por sus sueños y sus pesadillas, donde el alcohol, la dulzura, el enfado y las lágrimas retratan la vida, difícil y bonita, en un duelo insomne y colectivo.