Pese a ser muy diferentes entre sí, dos de las películas españolas más importantes de 2015 utilizaron de manera similar la figura del perro como mecanismo argumental. Si en Truman la mascota servía como la aceptación de la muerte que está por venir, en El camí més llarg per tornar a casa el perro simboliza la aceptación de aquella que ya ha venido. Al igual que ocurre en el Ulises de Joyce, el protagonista de esta última deambula durante 24 horas por las calles de la ciudad obligándose a encontrarse consigo mismo. Aquí el monólogo interior se transforma en una puesta en escena contundente donde la casi total ausencia de contraplanos permiten acceder de una manera más directa a las incertidumbres de su protagonista. El camí més llarg per tornar a casa se hizo con el premio Gaudí a la mejor película así como con el premio San Jordi a la mejor ópera prima pero, pese a ello, su paso por salas fue fugaz y no llegó a estrenarse en todo el territorio español. Hoy el Centro Niemeyer permite recuperarla mientras que la Filmoteca de Catalunya también la incluye este mismo día en su programación con un pase especial que será presentado tanto por Pérez como por Aritz Cirbián, productor del filme. ER

Programación completa del Centro Niemeyer.