El estreno en España, a cargo de Numax, de A vingança de uma mulher, de la cineasta portuguesa Rita Azevedo, parece que ha animado la recuperación de algunos de sus títulos, como esta, considerada por muchos su primera obra maestra: Frágil como o mundo. Heredera, amiga, y continuadora del trabajo de João Cesar Monteiro o Manoel de Oliveira, el trabajo de Azevedo es siempre de una complejidad solo equiparable a la belleza y la austeridad, poética y eficacia de su puesta en escena. En este caso, la película narra la historia de unos enamorados adolescentes, casi niños, que pese a vivir en un entorno en apariencia apacible o bucólico, verán revelarse los caminos de la tristeza y el dolor, en un tránsito que Azevedo Gomes trabaja entre el color y el blanco y negro, y una voz en off, a cargo de Mário Barroso, y un trabajo sonoro firmado por Joaquim Pinto, que acompaña y se separa de las imagenes, otorgando esa dimensión literaria, y casi onírica, al relato. GdPA

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