La película de Rosales fue la única presencia española en Cannes 2014 y fue realizada como un cambio de rumbo consciente en la trayectoria del director: aunque se trate de un drama incómodo donde la crisis económica destroza la relación de pareja entre dos jóvenes enamorados, Rosales aseguraba que intentaba hacer una película más «accesible» que el resto de su filmografía. En principio Hermosa juventud se aleja, pues, de propuestas más radicales como Tiro en la cabeza o Sueño y silencio, pero lo cierto es que el peso del naufragio sobre los personajes sigue ahí por mucho que el título de la película pretenda guiar al espectador en una mirada optimista. En este sentido su protagonista, Ingrid García-Jonsson sí es la luz de la película: resulta imposible alejarse de un magnetismo que lo devora todo, incluso a sí misma. ER

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