Desde Filmin aseguran que La jaula de oro es un cruce imposible entre una película de Ken Loach y una de Werner Herzog y lo cierto es que la comparación resulta muy acertada. La jaula de oro habla de un grupo de inmigrantes de Guatemala que viajan a los Estados Unidos en busca de una vida mejor, pero no estamos ante una feel-good (o feel-bad) movie: ésta es una de esas películas que no se pliegan ni ante el espectador medio ni ante aquel acostumbrado al cine de denuncia social y, en este sentido, su representación del inmigrante es insólita y sin concesiones. Un ejemplo: cuando uno de los personajes principales desaparece debido a azares terribles del destino, la película no vuelve al mismo pero tampoco se recrea en su sufrimiento. Lamentablemente la película quebranta sus propias reglas al ofrecer un subrayado final totalmente innecesario, pero pese a esa puntilla final, es uno de los mejores ejemplos de “aventura” social, siempre a través de lo personal, de los últimos años. ER

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