El Festival de Cannes tiene en la sección ACID, creada en 1993 por un colectivo de cineastas independientes, su vertiente más alternativa. De cara a la edición de 2018 del certamen francés –que se celebrará entre los próximos 8 y 19 de mayo– el programa ACID TRIP, creado el año pasado, pondrá el foco en la filmografía portuguesa. Como ocurrió en su primera edición, dedicada a la cinematografía Serbia, ACID TRIP permitirá que, durante la primera semana de festival, una asociación independiente (la APR – Asociación Portuguesa de Realizadores) presente tres films en presencia de sus directores. Las tres películas destacadas por ACID, dos largos de ficción y uno documental, tienen en común «su permeabilidad ante los efectos de la crisis y el estar impregnadas de una sensibilidad y un tesón que les permite tanto radiografiar como reponerse a las dificultades de producción que encuentran en Portugal». Los títulos que se proyectarán son los siguientes:

-Verão danado (2017) de Pedro Cabeleira es el primer largometraje de su director, que se formó en la ESTC (Escuela Superior de Teatro y Cine de Lisboa). Su opera prima es un filme generacional hilado por la vigilia perpetua, a través de la noche lisboeta, de su joven protagonista. Ante la imposibilidad de encontrar un trabajo, Chico, un hedonista recién titulado, husmea en cada rincón de la ciudad buscando continuar esa juerga que le evada de una realidad que se le presenta confusa y hostil.

-Terra franca (2018) es también el primer largometraje de su directora, Leonor Teles, formada asimismo en la ESTC, y ganadora del Oso de Oro al mejor cortometraje en Berlín por Balada de um Batráquio (2016). Este documental filma durante cuatro estaciones la vida de Albertino Lobo, un pescador que vive a orillas del río Tajo. La tranquilidad solitaria que halla en el río se verá contrapuesta con las relaciones que todavía le unen con la tierra.

-Colo (2017) de Teresa Villaverde es la última película de su veterana directora, en la cual se exponen las miserias económicas por las que pasa una familia afectada por la crisis. Según la propia Villaverde: “Colo es una reflexión muy contemporánea y serena sobre el camino que las sociedades europeas están tomando, sobre nuestro aislamiento, sobre nuestra perplejidad ante las dificultades que surgen, sobre nuestras vidas en la ciudad y en el seno de nuestras familias”.