Una de las grandes posibilidades del documental como género es la de trascender los límites que lo separan de la ficción, llegando así a verdades que el mero reportaje televisivo no puede, siquiera, atisbar. Y tendiendo este puente entre formas fílmicas se mueve como pez en el agua Chris Marker, que en su segunda película –tras su retrato de los Juegos de Helsinki en Olympia 52 (1952)– nos ofrece un documental de viajes que es simultáneamente ensayístico, narrativo y epistolar. Todo ello está en Letter from Siberia, disponible en la retrospectiva sobre el autor que ofrece este mes el catálogo de Mubi. Una película de apenas una hora de duración que funciona como documental sobre la vida en esa región del continente asiático a finales de la década de los 50, pero también como juego, como propuesta o reflexión sobre el valor de unas imágenes que se cuestionan a sí mismas e incitan a su revisión. ¿Es un documento que indaga en el estilo de vida en uno de los lugares más recónditos del globo? ¿O es un collage de fotografías de archivo, canciones, anécdotas, leyendas, planos de la taiga y animaciones? ¿por qué no podría ser un western? El director de La Jetée (1962) utiliza las grabaciones de su viaje a Yakutsk y otras ciudades de la estepa como vehículo que, desde la sensibilidad, la agudeza y el humor, nos lleva con él en su aventura más allá de los géneros fílmicos. André Bazin la describiría así: “Un ensayo político-geográfico y humano sobre la realidad siberiana. Escritura vívida iluminada por el trabajo de la cámara. El autor aúna en todo momento inteligencia, poesía y fantástica imaginación”. David San Juan Bayón

Ver Letter from Siberia en Mubi