La exposición MAD about Hollywood, alojada en la Sala El Águila del Metro de Madrid recoge 148 instantáneas reunidas por la historiadora de arte y comisaria Esperanza García Claver tras más de dos años de investigación. Una muestra fotográfica que muestra Madrid como un inmenso plató de cine, descubriendo la huella que dejaron los profesionales del cine de Hollywood que trabajaron y vivieron en la ciudad en las décadas de 1950 y 1960. La muestra se compone de fotografías de época en buena parte inéditas, revistas y audiovisuales con los que recorrer las localizaciones de calles madrileñas y los rodajes que tuvieron lugar en paisajes y entornos de toda la región, a través de las instantáneas de figuras como Ava Gardner, Orson Welles, Cary Grant, Elizabeth Taylor, Audrey Hepburn, Charlton Heston y muchas otras celebridades.

Madrid se convierte en el centro de proyectos internacionales, de idas y venidas de actores y trabajadores. La exposición no sólo destaca el legado de las grandes producciones de la industria norteamericana en Madrid sino que reconoce la aportación madrileña al universo del star system de Hollywood. Escenarios de la ciudad como el Museo del Prado, el Hotel Castellana Hilton (actual Hotel Intercontinental), el Retiro, el Rastro o el Paseo de la Castellana eran localizaciones donde se solía ver a los equipos extranjeros y a las estrellas haciendo su vida, ya que muchas se mudaron directamente a la capital española.

El desembarco de los estudios del productor Samuel Bronston en la década de 1950 permitió la llegada a Madrid de rodajes de grandes producciones, atraídos por la climatología y la variedad de paisajes naturales, los bajos costes técnicos y salariales, y la colaboración gubernamental que permitía facilidades de rodaje. Los escenarios naturales y su capacidad de adaptación y mimetismo para recordar cualquier lugar del mundo fueron esenciales, encontrando espacios cercanos a Madrid en La Pedriza, El Escorial, la sierra de Guadarrama y sus pueblos. Localizaciones de gran amplitud como las propias afueras de la ciudad con ejemplos como Las Matas en Las Rozas o barrios en su momento periféricos como Canillas, donde se recreaban escenarios de ciudades para 55 días en Pekín (1963) de Nicholas Ray o Doctor Zhivago (1965) de David Lean.

Destaca la facilidad para rodar en localizaciones del patrimonio nacional como el Palacio Real o el Monasterio de El Escorial. Palacios, castillos y murallas medievales mejoraban el realismo histórico de las producciones. Son ejemplos de ello el vaciado del estanque del Retiro para alzar la carpa de El fabuloso mundo del circo (1964) o la apertura del Salón del trono en el Palacio Real para sentar a Bette Davis en El capitán Jones (1959). Mientras la Casa de Campo servía también para recrear batallas y movimientos de masas en Espartaco (1959) de Stanley Kubrick o Campanadas de Medianoche (1965) de Orson Welles.