El actual fervor de la crítica mundial por Jim Jarmusch ha propiciado la recuperación de su filmografía anterior, incluyendo alguna de sus películas consideradas “menores”, como esta Noche en la tierra, que cuenta cinco historias de cinco taxistas y sus coches en cinco ciudades distintas del planeta, en una misma noche. De alguna forma, la sombra del extranjero, siempre presente en el trabajo de Jarmusch, se convierte aquí en la propia película, que se convierte en extranjera en cinco lugares al mismo tiempo. O como escribiera el novelista Paul Auster: “Aunque su estilo ha ido evolucionando a lo largo de los años, una cosa ha sido constante en todo: sus películas no se parecen a las de nadie más. A diferencia de la mayoría de los directores estadounidenses, él tiene poco interés en la narrativa per se (de ahí el llamado sabor europeo de su trabajo), y escoge recontar historias llenas de digresiones impredecibles y un intenso interés en lo que está ocurriendo en un momento preciso. A pesar de que su diálogo tiene una calidad improvisada (a la manera de los poetas de la Escuela de Nueva York), está muy escrito, y es muy sensible a los matices del lenguaje hablado, obra de un verdadero escritor. Tanto es así que algunos de sus personajes más memorables son extranjeros, luchando por dominar el inglés”. GdPA

Programación completa de CGAI.