Alberto Lechuga (Sofilm): The Transfiguration de Michael O’Shea y La Tortue Rouge de Michael Dudok de Wit. Si se trata de apostar por una posible revelación, me llama mucho The Transfiguration, programada en Un Certain Regard. Se trata de una película indie que tendrá su estreno absoluto en Cannes y que viene con el runrún de ser algo así “como si los hermanos Safdie hicieran una de vampiros”. Pero si se trata de ir al encuentro de los maestros, tengo especial ganas de ver La Tortue Rouge (también en Un Certain Regard). Lo del holandés Michael Dudok de Wit puede ser a la vez revelación, comeback y consagración: en su haber tiene varias maravillas en formato corto, pero Dudok llevaba ya diez años sin dirigir una película. Si incluimos en la ecuación el auspicio del mismísimo estudio Ghibli, no podemos más que acudir a su encuentro con los brazos bien abiertos.
Alberto Sáez Villariño (El antepenúltimo mohicano): Agassi de Park Chan-wook. Más que por la temática, lo que me atrae del filme es comprobar de qué manera Park jugará a desorientarnos hasta la brutal extenuación y cómo ha reformulado los esquemas narrativos neogóticos de Sarah Waters. El cine de Park es, en cierta manera, inaccesible físicamente. La cuestión es saber si se nos permitirá mirar a través de una mirilla o simplemente nos tendremos que conformar escuchando tras la puerta.
Alejandro G. Calvo (Sensacine): Paterson y Gimme Danger. ¡Jim Jarmusch por partida doble!
Carlos Reviriego (El Cultural): Elle de Paul Verhoeven. El holandés no me ha dejado de asombrar por su forma de retorcer y jugar con las expectativas de los géneros. Todas las actrices brillan bajo su mirada, Verhoeven extrae de ellas su faceta más sensual y truculenta, y en alianza con Isabelle Huppert, me intriga mucho lo que ha podido hacer. Jim Jarmush es otro de esos autores que no me suelen fallar, y participa con dos películas, será interesante comprobar las tensiones entre el modo documental con su amigo Iggy Pop en busca de peligro (Gimme Danger) y el modo ficción con el gran Adam Driver (Paterson). En apariencia, y de partida, son las dos películas sobre poetas. Jarmusch es un poeta.
Carlota Moseguí (Cineuropa, Otros Cines Europa): No todas las obras prometedoras se encuentran en las competiciones. Lejos de la lucha por el oro, presenciaremos dos retornos: el de Albert Serra y Nadav Lapid. Para el cineasta español, La mort de Louis XIV supone su primera –y puede que última– incursión en la dirección de actores profesionales, con Jean-Pierre Léaud como Rey Sol. En cambio, Lapid apuesta, de nuevo, por la ilustración de la decadencia moral de la sociedad israelí. From the Diary of a Wedding Photographer versa sobre un fotógrafo de bodas que no sólo retrata a sus clientas, también las asesina.
Diego Batlle (Otros Cines): Las 10 películas que más ansío ver son (sin orden): Fai bei sogni de Marco Bellocchio, Toni Erdmann de Maren Ade, Personal Shopper de Olivier Assayas, Ma Loute de Bruno Dumont, Paterson de Jim Jarmusch, Rester Vertical de Alain Guiraudie, Aquarius de Kleber Mendoça Filho, Loving de Jeff Nichols, Agassi de Park Chan-wook y Elle de Paul Verhoeven.
Diego Lerer (Micropsia): Toni Erdmann de Maren Ade.
Esteve Soler (Regio 7): Juste la fin du monde de Xavier Dolan. Porque el ambiente familiar enfermizo de la obra de Lagarde le viene como un anillo al dedo al ingenio de Dolan i al formidable reparto del film.
Esther Miguel Trula (El Español): Aquarius de Kleber Mendonça Filho. Si Mendonça Filho hacía de la pista sonora en O Som ao Redor una potente fuente de la que manaban texturas que envolvían una historia bien rimada, es posible que el punch de su nueva propuesta provenga de la capacidad de viajar en el tiempo que posee su protagonista. Poco sabemos de Aquarius, pero desde luego que hay expectativas ante lo nuevo de este puntero director a tener en cuenta.
Eulàlia Iglesias (El Confidencial): He estado dudando entre la nueva de Alain Guiraudie, Rester vertical, probablemente lo más arriesgado que vamos a ver en la Sección Oficial a concurso, La mort de Louis XIV, el primer trabajo de Albert Serra con un actor tan connotado como Jean-Pierre Léaud en Sesión Especial o la primera incursión que con The Neon Demon lleva a cabo Nicolas Winding Refn en un universo femenino, que me atrae tanto como me asusta. Pero tras leer sinopsis, y ver fotos y tráilers, la película que tengo más ganas de ver en Cannes 2016 es Paterson de Jim Jarmsuch, porque espero que suponga el retorno a su lado más kaurismakiano, una oda a la resistencia poética en la rutina cotidiana frente a la indulgente autolamentación gótica de Solo los amantes sobreviven, que tan poco me convenció.
Fernando E. Juan Lima (El Amante/Cine, La Autopista del Sur, Argentina): Agassi de Park Chan-Wook. Es la película que más ganas tengo de ver, aunque dudo que sea la que más me guste del festival; pero es la primera vez que podré ver una película de este director (que siempre me intriga) en la gran pantalla del Grand Theatre Lumiére (lo que calculo que valdrá mucho la pena).
Gerard Casau (Otros Cines Europa; Dirigido Por): Elle de Paul Verhoeven, porque, ahora que Cruyff ya no está entre nosotros, Verhoeven es oficialmente mi neerlandés favorito.
Jaime Pena (El Amante, Argentina): Elle de Paul Verhoeven, porque siempre me gustó dejar lo mejor para el final (la película se proyecta el último día de festival).
Gonzalo Hernández Espinosa (El Antepenúltimo Mohicano): The Neon Demon de Nicolas Winding Refn. Un cineasta polémico y que despierta opiniones encontradas. Intuyo mucho de thriller psicológico extremo en la linea del Cisne Negro de Aronofsky o Starry Eyes de Kolsch y Widmyer (sin el componente gore) y esa linea temática me atrae muchísimo encarnada en actrices que hasta ese momento han sido sinónimo de inocencia en el cine. Ver a Elle Fanning abrazando su lado oscuro bajo una luz de neon a lo Refn puede quedar en mero ejercicio de estilo pero que levante la mano quién no sienta, al menos, una terrible curiosidad.
Gregorio Belinchón (El País): Soy fan de Olivier Assayas, y ansío ver Personal Shopper; y luego tengo mucha curiosidad por Rester Vertical de Alain Guiraudie, porque después de El desconocido del lago…
Janina Pérez Arias (Dominical – Últimas Noticias, Venezuela): American Honey (Andrea Arnold, y muy a pesar de Shia LaBeouf): la osadía de la última película de la directora británica (Wuthering Heights) me impactó. Paterson (J. Jarmusch): siempre es refrescante ver sus historias (¡aún tengo sueños de vampiros!). Loving (J. Nichols): sus películas se quedan incrustadas en la memoria, excelente habilidad para sacarle lo inimaginable a sus actores.
Javier H. Estrada (Caiman. Cuadernos de Cine, Filmadrid): Aquarius de Kleber Mendoça Filho. Simplemente porque O Som ao Redor, el debut de este crítico y director brasileño, me pareció magnífico. Aunque lo mismo podría decir de Justine Triet, que tras su genial ópera prima La batalla de Solferino, presenta ahora In Bed with Victoria.
Joan Sala (Filmin): Aquarius de Kleber Mendonça Filho. Simple y llanamente por ser la nueva película del director de uno de los debuts más sorprendentes, complejos y memorables de cuentos he disfrutado en los últimos años: O Som ao Redor.
Jose Luis Losa (La voz de Galicia): Fai Bei Sogni de Marco Bellocchio. Porque viene Bellocchio de presentar hace solo diez meses, en Venecia, una obra capital, libérrima, Sangue del mio sangue, que lo situa en ese estado creativo, mixtura de sabiduría del poso del tiempo y de efervescencia mas allá del bien y del mal, como los de otros autores en ese gotha, como Paul Schrader, presente también en la Quincena. Respecto a la Sección Oficial, apuntaría a Bruno Dumont y Ma loute y mi expectativa de como le sienta a Dumont la “reconciliacion” con Cannes-Oficial tras los exilios notabilísimos de Camille Claudel y P’tit Quinquin.
Luciano Monteagudo (Página/12, Argentina): Exil de Rithy Panh, porque se trata de uno de los grandes cineastas contemporáneos, que trasciende las fronteras del documental para narrar, película a película, la tragedia de Camboya, su país, hasta volverlo universal.
Luis Martínez (El Mundo): Tres son los nombres de los que espero lo mejor del festival. En primer lugar, Cristi Puiu. Tanto Aurora como La muerte del señor Lazarescu son de esas películas que abren precipicios a cada paso que recorre la mirada. El miedo conoce nuevas maneras en los gestos más pretendidamente inocentes. Siento el lirismo, debe de ser la tarde de lluvia. Sierra Nevada, así, con el nombre en español, me tiene algo más que intrigado. En el segundo peldaño, Jeff Nichols. El cine americano tiene en el director de Midnight Special al más ortodoxo de sus herejes. Loving parece una historia tan políticamente ordinaria que la posibilidad de ver algo completamente extraordinario me mantiene en vela. Y, por último, Alain Guiraudie. El desconocido del lago crece en mi memoria cada vez que pienso en ella. Procuro no hacerlo a menudo. Inquietante, molesta, lúcida y hasta perfecta en su maldad. Rester vertical es, leo, la historia de un cineasta perdido. Su argumento no puede resultar más extraño. ¿Se puede pedir más?
Manu Yáñez (Fotogramas, Otros Cines Europa): Me gustaría celebrar la selección francesa de este año. Después del desaguisado de 2015 con la insufrible Maïwenn, una Valérie Donzelli en horas bajas y unos correctos Stéphane Brizé y Jacques Audiard, este año espero poco menos que grandeza de Bruno Dumont (Ma Loute), Olivier Assayas (Personal Shopper) y sobre todo Alain Guiraudie con Rester Vertical.
Nando Salvá (El Periódico): Sieranevada de Cristi Puiu. La muerte del Señor Lazarescu fue la mejor película de Un Certain Regard de 2005, y Aurora la mejor película de Un Certain Regard de 2010. ¿Por qué no iba la nueva película de Cristi Puiu a ser la mejor de la competición de 2016?
Roger Koza (La voz del interior-Revista Ñ, Con los ojos abiertos): 1. Rester Vertical de Alain Guiraudie: es el director más libre y secretamente político del cine francés; es evidente que filma prescindiendo del imaginario parisino, y es ahí en donde reside la diferencia específica de su cine. 2. Sieranevada de Cristi Puiu: es el más grande de todos los rumanos, y eso no es poco cuando existe alguien como Porumboiu. Cualquier cosa que venga de él es notable, incluso su precedente film “francés” que fue desdeñado como un mero ejercicio filosófico. 3. La mort de Louis XIV de Albert Serra: Serra es una cineasta obsesivo, lúcido y elegante como pocos. Que no esté en la oficial me resulta escandaloso.
Sergi Sánchez (La Razón): Elle de Paul Verhoeven. El cóctel Verhoeven, Huppert y thriller de ángel vengador a lo “Ms 45” me parece completamente irresistible.
Víctor Esquirol (El Séptimo Arte): Loving, de Jeff Nichols. Después de la decepción que para mí supuso Midnight Special, necesito volver a encontrarme con la que considero una de las mejores voces del cine estadounidense actual. Creo que el caso “Loving contra Virginia” va sobrado de esa materia prima necesaria tanto para dibujar un drama humano sólido como, sobre todo, para incidir en los problemas que los Estados Unidos siguen arrastrando a día de hoy.
Violeta Kovacsics (Diari de Tarragona): Toni Erdmann de Maren Ade y Elle de Paul Verhoeven.
Xavi Serra (Diari Ara): Elle de Paul Verhoeven.
