“El haiku ‘cultiva’ sus imágenes de forma que no significan nada fuera de sí mismas y a la vez significan tanto que es imposible percibir su sentido último. Es decir, una imagen es tanto más fiel a su destino cuanto menos sea posible condensarla en una fórmula conceptual, especulativa. El lector de un haiku tiene que perderse en él, como en la naturaleza, tiene que dejarse caer en él, perderse en sus profundidades como en un cosmos”. Con esta cita de Andrei Tarkovski, el cineasta Oliver Laxe, autor de Todos vós vodes capitáns, presenta un particular taller de cine y haiku que se celebrará, en el marco del festival Curtocircuíto, en el CGAC (Centro Gallego de Arte Contemporáneo), entre el 7 y 9 de octubre. El taller tiene un precio de 50 euros, 25 para los académicos. El plazo de inscripción se abre el 15 de septiembre. Hay plazas limitadas, que serán cubiertas atendiendo al orden de llegada de las solicitudes. La inscripción previa debe hacerse a través de la web curtocircuito.org.

Según apunta Laxe, “en este taller de teoría y práctica cinematográfica veremos y realizaremos imágenes, acercándonos a la tradición poética japonesa del haiku. Buscaremos un orden o un desorden para las imágenes con el objetivo de que en ellas gobierne el innombrable, el Misterio”. El taller está dirigido a artistas o estudiantes de arte, filosofía y religión.

Se estudiará la obra de poetas como Issa Kobayashi, Taneda Santoka y Jack Kerouac, y se visionarán imágenes de cineastas canónicos, aunque no por ello menos rebeldes, como Andrei Tarkovski, Kaneto Shindo, Jean Vigo. También habrá lugar para figuras esenciales de la vanguardia contemporánea (Apichatpong Weerasethakul, James Benning, Miguel Gomes, Lisandro Alonso), ilustres practicantes del cine de lo real (Johan Van der Keuken, Flaherty, Chris Marker, Lucien Castaing-Taylor y Verena Paravel) o voces personales del panorama nacional (Lois Patiño, Xurxo Chirro, Eloy Enciso, Albert Serra, Andrés Duque).