En el marco de la segunda edición del Correos Film Festival (singular iniciativa propagandística que recupera algunos títulos sugerentes), aparece en este septiembre de vuelta al trabajo una película esencial para entender el concepto, tan olvidado, y sin embargo tan de actualidad, de alienación laboral, así como de explotación, plusvalía o incluso, mecanización vital. Tiempos modernos es una de las películas más célebres del autor, director, y actor, y que sigue constituyendo uno de los mejores retratos de la alienación de la clase trabajadora en el capitalismo fabril. La crítica del New York Times recibió con alegría una película que venía anunciada por los rumores como la “ilustración de la lucha de clases” con estas palabras: “Los rumores decían que Tiempos modernos iba a tratar de temas sociales, que Chaplin – un liberal- había decidido dramatizar la lucha de clases, que una autoridad como Shumiatsky, jefe de la industria del cine soviético, le había aconsejado sobre el final, y que Chaplin, aceptando su consejo, había hecho cambios significativos”. Sea o no cierta la historia de la influencia soviética, lo cierto es que, mal que le pesara al crítico neoyorkino, la película sí es una divertidísima ilustración de conceptos hoy tan olvidados, pero tan presentes, como la alienación, la lucha de clases, o incluso la plusvalía. GdPA

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