Nacido como un proyecto para televisión sobre una vecina de infancia de Sergio Oksman en São Paulo, una esteticista que decía haber sido víctima de los experimentos del nazi Joseph Mengele en Auschwitz, en 1944, Oksman volvió sobre el material que había rodado para construir su versión, muy alejada del montaje televisivo. Mientras que el documental que financió una televisión brasileña se centra en el personaje de la mujer, Emmy Blum, y el recuerdo de su paso por el campo de concentración, la película de Oksman utiliza a la mujer para poner en evidencia que todo documental es un proceso de manipulación y construcción. Fijándose en los brutos, en lo que queda fuera de un montaje final habitualmente, Oksman se revela como un Mengele (¿acaso no lo son todos los directores?) que manipula y construye lo real, al tiempo que reflexiona sobre las trampas de la memoria y las dificultades del cine para registrar y comunicar el pasado. GdPA

Programación completa de CGAI.