Nacho Vigalondo ya jugueteaba con los arquetipos genéricos en su primera película, Los cronocrímenes (2007), en la que reducía al absurdo por multiplicación los códigos de la ciencia ficción. En su segunda película, Extraterrestre (2011), Vigalondo asume los elementos esenciales de una invasión extraterrestre… para esconderlos y mantenerlos siempre en un discreto segundo plano. Porque como en Los cronocrímenes, o en su imprescindible corto Código 7 (2002), disponible en Youtube, la ciencia ficción es solo una excusa para algo más terrenal. En el caso de Extraterrestre, la invasión deviene en comedia romántica, casi en sitcom por su uso reiterado del espacio cerrado, en la que hablar de la posibilidad, o no, de conciliar deseos o realidad. O dicho en palabras del propio Vigalondo: “Habla de descubrir de repente que no eres el protagonista de la historia, sino el secundario”. El ciclo “Marcianadas” de La casa encendida, que propone unos acercamientos poco ortodoxos a la ciencia ficción, recupera esta película de Vigalondo que, como todas las suyas, pasó sin pena ni gloria por las carteleras, pese a que, guste más o menos, es uno de los autores españoles más conscientes de su trabajo entre lo popular y lo autoral, entre la inteligencia y la irreverencia, entre el humor y el homenaje.

Programación completa de La casa encendida.