David San Juan Bayón

Hace unos meses conocíamos la noticia del inminente debut en la dirección de la actriz y guionista Greta Gerwig, conocida por sus papeles en películas como Frances Ha de Noah Baumbach, Damiselas en apuros de Whit Stillman o Eden de Mia Hansen-Løve. Lady Bird ha sido recientemente estrenada con gran éxito en Estados Unidos, mientras que, como viene siendo costumbre, la fecha en España se retrasa hasta el próximo 25 de mayo.

Tras actuar en más de veinticinco películas, coescribir cinco de ellas y codirigir una (Noches y fines de semana con Joe Swanberg), Lady Bird supone el primer proyecto en solitario de Gerwig. El filme nos cuenta la historia de una estudiante de un instituto católico de Sacramento que sueña escapar de su pueblo para hacer cosas extraordinarias. Un primer borrador del guion se titulaba Mothers and daughters (Madres e hijas) y se alargaba hasta las 350 páginas. Si bien las sucesivas reescrituras han acortado la versión final, la importancia de la relación entre la protagonista y su madre sigue siendo uno de los ejes fundamentales del filme. Sobre núcleo de la trama, Gerwig declaraba al portal IndieWire: “No decido cuál es el corazón de la historia antes de escribirla, sino que escribo para entender cuál es la historia. (…) Creo que los personajes terminan hablándote, y te dicen qué quieren ser y qué es importante para ellos. (…) Quería hacer una película que fuera un reflejo del hogar y lo que significa, y cómo dejarlo define lo que es para ti y tu amor por ello. (…) Sentía que era una carta de amor a Sacramento, ¿y qué mejor manera de hacerlo que a través de alguien que se quiere marchar, y que entonces se da cuenta de que lo amaba?”.

En cuanto a la creación de los distintos personajes y el trabajo con los actores, Gerwig señala la importancia que le concede a cada uno de ellos en sendas entrevistas para The New York Times e Interview Magazine, donde su interlocutor no es otro que Francis Ford Coppola: “Tengo la profunda necesidad de cuidar de mis personajes. (…) No es que no quiera adentrarme en callejones oscuros, quiero cogerles de la mano a través de estos callejones. Quiero caminar con ellos mientras van por ahí y darles la dignidad de representarlo con honestidad, y encontrar aquello que está lleno de gracia”.

En otra entrevista para el portal Vulture la directora rechaza las constantes alusiones al carácter autobiográfico de la cinta: “Nunca hice que me llamaran de otra manera. Nunca me teñí de rojo. La protagonista de la película es mucho más salvaje y directa; yo creo que solo lo era en mi cabeza. En cierto modo, siento que le he dado la confianza pura y la personalidad que encuentro en niñas de ocho o nueve años. Son descaradas, y no conocen otro sentimiento que no sea el de sentirse genial con ellas mismas”.

Acerca de la colaboración con su actual pareja, el director Noah Baumbach, con el que escribió Frances Ha y Mistress America, que también protagoniza, Gerwig apunta que no le gusta ser considerada una musa: “No quería ser estridente o decir: ey, dadme lo que me corresponde, pero sentía que no era una mera espectadora. Era medio mío, por lo que esa parte fue complicada. Además, quería ser guionista y directora por derecho propio, así que lo de ser musa, o lo que fuera, era una posición con la que no me identificaba. Pero creo que una cosa que aprendí pronto gracias a las películas mumblecore es a no darle demasiada importancia a la perspectiva de la prensa sobre el momento que estás viviendo”.

Después de que rechazaran el piloto de How I Met Your Dad, el spin-off de Cómo conocí a vuestra madre que ella iba a escribir y protagonizar, Gerwig decidió dar el salto a la dirección. “Desde el momento en que empecé, sentía que llevaba diez años practicando. Mi escuela fue la de actriz, coguionista y codirectora, y todo lo demás que he hecho, incluido vestuario, aguantar la percha y montar. (…) Cuando terminé el guion tuve un momento conmigo misma donde pensé: O haces esto ahora o no lo vas a hacer nunca. Ahora tienes que cometer tus errores y conseguir tus destrezas porque en algún momento tienes que lanzarte”.

De momento, la actriz de no suelta prenda sobre su próximo proyecto, aunque sí admite que tiene algo que escribió antes de Lady Bird, lo que no necesariamente significa que su próxima película vaya a partir de ello: “Tengo la sensación de que quiero hacer algo más silencioso, literalmente con menos palabras. (…) Me preocupa que si pongo una idea bajo el foco demasiado pronto se marchite, y ahora mismo no quiero estropear nada”.