Ahora que Mad Max Fury Road parece haber conciliado lo que, al decir de muchos parecía imposible, la opinión de los críticos y la de los espectadores (aclaremos, nadie aquí piensa que hayan de estar necesaria y constantemente enfrentadas, y es más, nadie sabe muy bien quiénes son los espectadores, como tampoco terminamos de saber quiénes son los críticos), quizás sea el momento de reivindicar con todas las letras la serie de Misión imposible, que sin parecerlo, ha cumplido veinte años con una sorprendente capacidad para reinventarse, sin perder el paso de las nuevas tendencias digitales del cine de acción, y sin dejar de lado esa sorprendente capacidad de cierto cine norteamericano para esconder lecturas políticas debajo de lo que aparentemente son solo simples películas de persecuciones. Y, por último, y no menos importante: la película está, nuevamente, protagonizada por uno de esos actores a los que algún día alguien habrá de reivindicar en serio, más allá de su imagen pública: Tom Cruise.

Programación completa de Fescinal.