Página web del Festival Márgenes (24 noviembre – 3 diciembre)

LA ESTAFA DEL AMOR | Virginia García del Pino | España | 2023 | 109 min.

A lo largo de su estimulante trayectoria, la barcelonesa Virginia García del Pino ha dejado constancia de su interés por explorar la idea del fuera de campo. En su lúcido y enigmático largometraje El jurado, la cineasta diseccionó los mecanismos de un proceso judicial fijando la mirada en los rostros impávidos de un jurado popular, mientras que el proceder de los abogados, magistrados y testigos, verdaderos “protagonistas” del juicio, quedaba relegado a un denso fuera de campo. Luego, en su magnífico cortometraje Improvisaciones de una ardilla, García del Pino recolectó una serie de imágenes mundanas (o mundanales) procedentes del circo político español, y las sometió al escrutinio, desde el fuera de campo, del filósofo Josep María Esquirol, autor de un monólogo crítico con la vacuidad de los discursos políticos y mediáticos. Ahora, en La estafa del amor, la directora catalana utiliza como MacGuffin la figura de Albert Cavallé, conocido como “el estafador del amor”, quien timó a varias mujeres bajo los cantos de sirena de una pasión romántica y una vida de alto standing. Pero claro, como suele ocurrir en los films de García del Pino, el protagonista se sitúa más allá de los límites del encuadre, un desplazamiento que, en el caso de La estafa del amor, adquiere los tintes de una expulsión en toda regla.

El espacio que, en un documental de corte ortodoxo, habría sido capitalizado por la figura del estafador es ocupado en el film de García del Pino por una heterogénea troupe de personas afectadas por las exigencias, los prejuicios y otros lastres del amor romántico. El grupo conforma una suerte de coro griego que, con ánimo performativo, va desmenuzando, testimonio personal a testimonio personal, el inhóspito universo de las relaciones sexuales y afectivas en la era contemporánea. Desde las butacas de una sala de Cineteca Madrid –donde el film se rodó a lo largo de dos fines de semana–, estas víctimas del ideal romántico comparten sus ilusiones, pesares y angustias al tiempo que reciben el invasivo acompañamiento musical de Maite Arroitajauregi Aranburu y la visita y asesoramiento del antropólogo Jordi Roca, la periodista y escritora Lucía Lijtmaer, y el filósofo Josep María Esquirol.

Por la amplia diversidad de experiencias que recoge La estafa del amor, el film remite al documental Encuesta sobre el amor, en el que Pier Paolo Pasolini diseccionó el imaginario vinculado al amor y el sexo de la ciudadanía italiana en la década de 1960. Sin embargo, el deambular callejero, popular y entrometido de Pasolini contrasta con el gran esfuerzo que invierte García del Pino en construir un espacio seguro para su orfeón de hombres y mujeres convalecientes del amor. En este sentido, el gran bálsamo emocional que ofrece la película llega de la mano de Esquirol, un maestro del saber cotidiano, nada maximalista, quien responde con interrogantes inspiradores a la angustia de algunos de los amateurs. ¿Y si la dependencia que nos abruma o atribula fuese en realidad una condición afortunada, un souvenir de nuestra inclinación natural a comunicarnos, interactuar, convivir? ¿Y si la clave de nuestro bienestar pasara por la práctica de la reflexión, íntima y acompañada, en lugar de por la búsqueda de simples fórmulas curativas? En uno de los varios momentos de luz que protagoniza Esquirol, el filósofo alerta acerca de la mayor de las lacras humanas: el gesto frío, la más pura desafección. Una frialdad que La búsqueda del amor combate con ahínco, proponiendo como antídoto una celebración de la empatía, la concordia y el aprendizaje compartido. Manu Yáñez

UN VOLCÁN HABITADO | Jose Víctor Fuentes y David Pantaleón | España | 2023 | 66 min.

Entre la tragedia social y la fascinación por la espectacularidad del desastre natural, navega el documental Un volcán habitado, dirigido por los canarios Jose Víctor Fuentes y David Pantaleón, presentado en la Sección Oficial. Desde la quietud de su primera secuencia, ya se conectan conceptos de peligrosidad y espectáculo que podrían ser más próximos de lo que podríamos imaginar. Las imágenes, captadas in situ por ambos cineastas en 2021, cuando el volcán de la isla de La Palma se mantenía en activo durante casi tres meses, transmiten el impacto y la atracción que generó el fenómeno geológico en los ciudadanos de la zona. Si hay un extraño placer primitivo en la contemplación del fuego, también debió haberlo en la observación de la marabunta anaranjada que protagoniza esta crónica de un desastre dilatado en el tiempo.

Lo escabroso del espanto colectivo, marcado por el sepultamiento de casas, cosechas y otras formas de vida, reluce en el documental como una imposibilidad de escape. El sonido forma parte esencial del relato de Fuentes y Pantaleón, en cuanto que el ruido del volcán opera como una presencia espectral y permanente a lo largo de casi todo el metraje. Sobre ese ruido de fondo, unos mensajes de audio entre unos amigos que se comunican desde distintas zonas del territorio complementan la experiencia del horror, pero también dibujan una oda a la amistad fraternal. Así, Un volcán habitado se erige como un alucinante y calmado documento en primera persona, que contrarresta las apocalípticas imágenes, la negatividad y el amarillismo con el que los medios de comunicación cubrieron la noticia. El plano de un par de caballos pastando, ajenos a la explosión que acontece al fondo del paisaje, o la intervención de una anciana que teje apaciblemente en su casa, mientras el caos se levanta en una humareda desde su ventana, da buena cuenta de las incongruencias entre el relato periodístico y la experiencia humana. Alberto Richart

XIMINOA |Itziar Leemans | España | 2023 | 25 min.

Ximinoa de Itziar Leemans juega al despiste presentándose como un cuento de verano playero protagonizado por una chica joven llamada June. La premisa parece apuntar a Eric Rohmer, mientras que el dispositivo narrativo toma préstamos del cine de Mia Hansen-Løve: la inclinación a la elipsis, el gusto por reunir a personajes de diversas generaciones, la combinación de sensibilidad e indolencia. Sin embargo, poco a poco, la película va revelando su desinterés por la idea del fluir de la vida. La “iniciación” de la protagonista (una intrigante Ainara Leemans) no tiene que ver con un proceso de maduración interno sino con su despertar a la realidad de la lucha de clases. Y es que el trabajo de June como niñera en una casa de tintes palaciegos desatará un conjunto de reveladoras circunstancias, del rechazo de la protagonista a sus orígenes humildes a la progresiva anulación de su personalidad a manos del universo burgués. Por su rigor formal, Ximinoa puede recordar al Nuevo Cine Rumano, a la obra de Michael Haneke o a la inolvidable La ceremonia de Claude Chabrol, aunque la crítica de Leemans a la realidad sociopolítica de la Francia contemporánea no conlleva una renuncia a la empatía y la esperanza, condensadas en los momentos de juego que comparten June y Constance. Manu Yáñez

NEGU HURBILAK | Colectivo Negu | España | 2023 | 90 min.

Con el rigor del que sabe que cada imagen cuenta, pero también con la irreverencia necesaria para profanar lo sagrado, los miembros del Colectivo Negu (Ekain Albite, Mikel Ibarguren, Nicolau Mallofré y Adriá Roca) han elaborado su primer largometraje, Negu Hurbilak, sobre un conjunto de distancias abismales: entre el silencio tácito y el bramido de furia, entre el cine narrativo y la obra conceptual, entre la esfera pública y la experiencia íntima, y entre el arrojo de la juventud y la fatiga que dejan los años de lucha. Esta noción de brecha profunda se manifiesta ya en la cita con la que se abre la película, procedente de un tema del cantautor vasco Mikel Laboa que da título al film: “No me asusta el cercano invierno / en el calor pleno del verano / pues sé que el presente permanece / también en el futuro”. Se perfila así un tránsito estacional y un recorrido metafísico que Negu Hurbilak recorre aferrándose a algunos de los pilares del cine de la modernidad. Como en la obra del griego Theo Angelopoulos, unos prolongados y morosos travellings encapsulan los engranajes del tiempo y la vida social: en este caso, la labor conjunta de un grupo de ciudadanos que colaboran para que una joven pueda escapar de la autoridad. Y luego, como en el cine de Claire Denis, las monumentales estampas paisajísticas parecen evocar una cierta tensión interior.

Negu Hurbilak teje su agujereado telar narrativo en torno a dos fechas señaladas, de forma tangencial, en sendas emisiones radiofónicas y televisivas (aunque cabe apuntar que los dispositivos digitales brillan por su ausencia en esta película filmada en 16mm). La primera emisión es del 20 de octubre de 2011 y recoge el anuncio de ETA del “cese definitivo de su actividad armada”. La segunda es del 19 de abril de 2013 e informa de la detención de seis jóvenes miembros de la organización Segi, ilegalizada en 2002 por el juez Baltasar Garzón. Como un cabo suelto de la Historia, la joven protagonista de Negu Hurbilak, interpretada con reserva y respeto por Jone Laspiur, recorre la región fronteriza con Francia del País Vasco y Navarra contando con la complicidad de individuos de diferentes edades, aunque todos son mayores que ella. El trasfondo político palpita con fuerza en esta crónica de una huida clandestina que aísla y tamiza los ingredientes del cine noir: el suspense, la nocturnidad, la paranoia, el aire de fatalidad… Sin embargo, de entre las grietas del relato, trascendiendo el contexto, va tomando forma un acercamiento más abstracto a la idea del angst existencial, un desencanto que se materializa en el gesto apagado de la protagonista y en la forma lánguida de la película. Este desplazamiento de lo mundano a lo filosófico, pasando por el territorio de lo físico, conecta Negu Hurbilak con la magistral Essential Killing, el film de 2010 en el que el polaco Jerzy Skolimowski diseccionó la odisea de supervivencia de un soldado afgano que escapaba de las tropas norteamericanas por las montañas del este de Europa.

Con su tratamiento elusivo del conflicto vasco, Negu Hurbilak se desmarca del audiovisual español de los últimos tiempos. Frente a la ortodoxia narrativa de una película como Maixabel o una serie como Patria –obras construidas a partir de la certeza de un horizonte de reconciliación–, el film del colectivo Negu se resiste a ofrecer respuestas o soluciones concluyentes. De hecho, en vez de caminar hacia la convergencia de sus piezas, Negu Hurbilak, con una audacia sorprendente tratándose de una ópera prima, avanza disgregando a sus personajes y depurando su puesta en escena. Los sinuosos travellings de la primera mitad del film son substituidos por planos fijos, la mayoría generales. Y el encadenamiento de acciones, que mantenían en movimiento el relato, se ve interrumpido por una pugna paralizante entre la joven prófuga y un hombre más mayor que vive al cuidado de un rebaño de ovejas. En este choque intergeneracional entre un anfitrión reticente y una huésped angustiada aflora un mutismo que revela tensiones no resueltas, enterradas bajo una gruesa capa de frustración. Manu Yáñez

IN A NEARBY FIELD (EN UNA ESFERA CERCANA) | Laida Lertxundi y Ren Ebel | España | 2023 | 18 min.

En consonancia con el conjunto de la obra de la cineasta bilbaína Laida Lertxundi, En una esfera cercana (codirigida por Ren Ebel) se presenta como un collage de imágenes diáfanas, bellamente compuestas y discretamente coloristas, en las que los seres humanos buscan una relación genuina con su entorno, que aquí está formado por el paisaje, la familia y el propio medio cinematográfico. De hecho, en dos planos no consecutivos, los cineastas se filman el uno a la otra, y viceversa, sosteniendo sus cámaras. Entre estampas bucólicas, pinceladas costumbristas, unos tableux de indolencia estival y algún apunte cartográfico, En una esfera cercana construye un sereno y conmovedor canto al valor del acompañamiento, el juego, el acto de testimoniar lo real y la transmisión intergeneracional. Manu Yáñez