Aunque en sus últimos años de vida, Bigas Luna pareció entregarse a un cine mucho más complaciente con el público y la industria, es indudable que durante años fue un creador bastante singular e insólito en el panorama patrio, como lo demuestra esta película, no tan conocida, que representa la parte más terrorífica de su filmografía. Una película producida pensando en la audiencia y el público estadounidense, y que más allá de ser una película de terror, es también una propuesta de reflexión sobre el cine como elemento manipulador capaz de influir hasta límites quizás insospechados en el espectador. Creando un mise en abyme en el que los espectadores contemplan a otros espectadores que a su vez contemplan una película de terror, lo que Bigas Luna parecía buscar con esta película era esa reflexión aterrorizada sobre la perversidad del propio acto cinematográfico. Un clásico del terror patrio que la Sala Berlanga propone descubrir en pantalla grande.

Programación completa de Sala Berlanga.