Presentada en el Festival de Rotterdam de 2018, Azougue Nazaré, el debut en el largometraje de Tiago Melo, nos invita a poner el foco cinéfilo en la provincia de Pernambuco, en Brasil. De hecho, el tosco estado rural de Recife ha emergido –gracias a cineastas como Kleber Mendonça Filho (Sonidos del barrio, Doña Clara, Bacurau)– como un inesperado rival de los más tradicionales centros de actividad fílmica en Brasil: São Paulo y Río. Mendonça figura como productor ejecutivo en Azougue Nazaré, una película ambientada en Nazaré da Mata, una población de 30.000 habitantes famosa por ser el epicentro del Maracatu, un espectacular fenómeno cultural que combina la danza, el canto, la música y lo ritual. Un recordatorio de que esta parte de Brasil no está tan lejos del espíritu africano, el Maracatu –como la película demuestra de manera bulliciosa– es un elemento capital de cohesión comunal. Y en este contexto, encontramos al monumental y desbordante Valmir do Côco, un tipo corpulento que exhibe un parecido razonable con Muhammead Ali: el primero de un grupo de iguales que, de forma evidente, incluye a un significativo número de actores no profesionales.

Exudando una genuina presencia escénica, do Côco da vida a un encantador, excéntrico y sobrepasado héroe llamado Taoi, quien escapa de las presiones de la vida cotidiana abocándose con impresionante entusiasmo a la práctica del Maracatu, siempre a través de su alter ego travestido, conocido como Catita. Su pasión por esta danza ritual causa fricciones con su esposa, una devota cristiana, y con su pastor, él mismo un antiguo “maestro” del Maracatu convertido en un predicador evangélico. Las maquinaciones del pastor y su impacto sobre la vida privada de Taio y Darlene tienen algo más que un aire telenovelesco, que conforma solo uno de los varios aromas que Melo aporta audazmente a su compleja y vivaz receta. Un trabajo de antropología sensible y empático –que, con la inclusión de unos majestuosos toques sobrenaturales, vibra en perfecta sintonía con el ritmo particular de las localizaciones y los participantes–, Azougue Nazaré se eleva de forma consistente gracias a un sentido del humor terrenal y a una joie de vivre encarnada en la forma exterior de su incontenible protagonista.

Ver la película en Filmin