En su segundo largometraje, la directora de Mundane History (ganadora en Rotterdam 2009) arranca concentrándose en una sola historia: el encuentro de una joven directora con una veterana activista política de los años ’70 en busca del material para filmar una biopic sobre ella. Pero luego el film va abriéndose en capas y más capas, en subtramas apenas conectadas entre sí. La película funciona como una suerte de cebolla cinematográfica, pero Suwichakornpong (que le gana en el terreno de lo impronunciable a su influyente compatriota Apichatpong Weerasethakul) tiene una variedad de recursos –va de la narración más clásica al uso de múltiples fotos fijas– y una sensibilidad como para que este rompecabezas, este viaje metafísico, político y “cósmico” a la vez por las vidas de artistas o de una simple camarera que cambia todo el tiempo de trabajo, resulte atrapante. DB