Página web del Festival de San Sebastián.

ASÍ HABLÓ EL CAMBISTA. Federico Veiroj. Uruguay, Argentina, Alemania (2019). Con Daniel Hendler, Dolores Fonzi, Luis Machín.

Transposición de la novela homónima publicada hace tres décadas por Juan Gruber, Así habló el cambista supone un brusco giro en la filmografía de corte minimalista de Federico Veiroj. Con una historia de época, una narración más clásica, intérpretes reconocidos y un presupuesto importante, este quinto largometraje del director uruguayo lo encuentra incursionando en nuevos terrenos, sorteando desafíos hasta hace poco impensados, y arriesgándose con personajes, conflictos y dilemas morales inéditos en su obra. Hay momentos en que afloran cierto cinismo y crueldad que nunca habíamos visto en sus trabajos, pero la elección de este material que pendula entre el drama familiar, la comedia negra y el thriller resulta una bienvenida rareza que Veiroj maneja con absoluta ductilidad.

Tras un extraño prólogo ambientado en Jerusalén en tiempos de Jesús, la película se sitúa en la Montevideo de 1975 y en esos tiempos de dictaduras militares que ya estaban dominando Latinoamérica nos encontramos con Humberto Brause (Daniel Hendler), un antihéroe perfecto, el cambista (o cambiador) del título. Pero lo suyo no pasa solamente por comprar y vender dólares a inversores o turistas, sino por lavar dinero de políticos y otras personas vinculadas con el poder. Un modus vivendi que le conducirá a un peculiar descenso a los infiernos. Con una ajustada pintura de época, Así habló el cambista parece por momentos una mixtura entre Rojo, de Benjamín Naishtat, y cierto patetismo propio del cine de los hermanos Coen. La música de Mahler, Bach y Mozart le otorga al film algo de pompa y solemnidad, aunque Veiroj no se priva del humor negro a la hora de abordar una historia sobre la tentación, la codicia y esos límites que cada uno está dispuesto (o no) a traspasar para estar en sintonía con sus ambiciones. Diego Batlle

TEMBLORES. Jayro Bustamante. Guatemala, Francia, Luxamburgo (2019). Con Juan Pablo Olyslager, Diane Bathen Evans, Mauricio Armas Zebadúa.

El protagonista de Temblores, un directivo empresarial de éxito y padre de familia, no puede ocultar más su homosexualidad. Una revelación que pronto se convierte en revoltoso vox populi. El director y guionista Jayro Bustamante (recordado por su ópera prima, Ixcanul) amaga con situarnos en una burbuja telenovelesca, pero esta se rompe inmediatamente por la renuncia a acudir al pathos (ni una sola nota osa marcar el tempo emocional del relato) y por una carga política que se adueña de cada imagen. Pasado el primer temblor, vemos cómo la familia se dispone a aplastar al familiar. Los primeros serán los últimos: quien antes era privilegiado ahora está a punto de convertirse en principal perjudicado de un supuesto mal que solo puede atacarse desde el tabú.

En esta contexto, Bustamante pasa de la defensa al ataque tanto a través de la escritura como de la iluminación. El excelente trabajo fotográfico de Luis Armando Arteaga se adueña de una puesta en escena impecable en la dirección de actores, sobresaliente en la orientación de los planos como envite ideológico, y de matrícula en la confrontación visual de una luz (exterior, cegadora) eternamente peleada con las tinieblas (dueñas éstas de unos interiores con el aire excesivamente viciado). Derecha e izquierda; hombres y mujeres; lo secular y lo eclesiástico. Embistiéndose mutuamente, muy a su pesar. A través de este dualismo, el director vampiriza la retórica del enemigo. Así, denuncia (sin gritar) y se burla (sin reír) del absurdo más infernal: la imposibilidad de la plena libertad individual. Víctor Esquirol

DE NUEVO OTRA VEZ. Romina Paula. Argentina (2019). Con Romina Paula, Mónica Rank, Ramón Cohen, Esteban Bigliardi.

Tras filmar con cineastas como Matías Piñeiro, Mariano Llinás, Hugo Santiago y Santiago Mitre, y de desarrollar una amplia trayectoria en las distintas facetas de la creación teatral, Romina Paula debuta en la dirección con una película que combina elementos del documental autobiográfico y del ensayo familiar (con viejas diapositivas incluidas) con aspectos puros de la construcción ficcional. En principio es la propia directora quien aparece en cámara junto a su hijo Ramón, de cuatro años, y a su madre. Ella ha regresado a Buenos Aires tras vivir en Córdoba en medio de una crisis con su marido (Esteban Bigliardi) que podría o no ser definitiva.

El film se asienta en la relación que se establece entre la abuela, la madre y el pequeño, y en cuestiones como el protagonismo del idioma alemán, pero también en las charlas de Romina con sus amigas, el coqueteo tanto con hombres como mujeres, y esa sensación contradictoria de frustración que significa volver al hogar materno cuando se está cerca de los 40 años y de liberación al poder dejar a su hijo al cuidado ajeno por unas horas y recuperar la vida nocturna, las fantasías, la aventura. El resultado es un relato no exento de riesgo, pero al mismo tiempo sostenido por la sensibilidad y la convicción de Paula a ambos lados de la cámara. Moderna y experimental sin ser ostentosa, visceral sin caer en el egotrip, De nuevo otra vez acepta sus limitaciones (no hay grandes alardes en el terreno formal) para concentrarse en lo que mejor le sienta: el registro más puro, cristalino y honesto posible. Diego Batlle

LOS TIBURONES. Lucía Garibaldi. Uruguay, Argentina, España (2019). Con Romina Bentancur, Federico Morosini, Fabián Arenillas.

Los tiburones, ópera prima de la joven cineasta uruguaya Lucía Garibaldi, narra el derrotero de Rosina (Romina Bentancur), una chica de 14 años que vive con su familia (un poco disfuncional y en plena crisis económica) en un balneario que sufre la falta de agua y una presencia de tiburones no del todo confirmada que alerta a los integrantes de la comunidad. Mientras tanto, nuestra incansable heroína ayuda a su padre (Fabián Arenillas) en un microemprendimiento dedicado al mantenimiento de jardines y piscinas en el que uno de los empleados es Joselo (Federico Morosini), un muchacho algo más grande que ella que pronto se convertirá en su objeto de deseo y obsesión.

Tragicomedia con algunos elementos clásicos del subgénero del coming of age, pero con una impronta y una cadencia marcadamente uruguayas, Los tiburones está narrada con sensibilidad y encanto en su mirada al deseo y el despertar sexual, las diferencias generacionales y la incomodidad, el desconcierto, la frustración y las pequeñas victorias íntimas de una adolescente que se siente sola, distinta e incomprendida en medio del siempre arduo camino en busca de la identidad. Diego Batlle

LA OLA VERDE (QUE SEA LEY). Juan Solanas. Argentina, Uruguay, Francia (2019).

El realizador de Nordeste rodó este documental no solo durante las discusiones previas y las masivas movilizaciones callejeras que se generaron durante el debate parlamentarios en torno a la legalización del aborto en Argentina. En su vertiente más conmovedora, La ola verde presenta un viaje por toda Argentina en el que se reconstruyen historias de vidas marcadas por las trágicas consecuencias del aborto clandestino (desde el caso de Ana María Acevedo en Santa Fe o el de Belén en Tucumán hasta otros menos conocidos). También hay opiniones de religiosos, abogadas, médicas y referentes feministas y algunos pocos minutos dedicados a exponer la otra campaña (“Salvemos las dos vidas” y sus pañuelos celestes).

De todas maneras, no se trata de un informe periodístico que le otorga el mismo espacio a dos posturas antagónicas, sino una película con posición tomada y recursos del documental político conocido como agitprop, con frases, datos y cifras en tipografía gigantesca que cubren toda la pantalla. Dora Barrancos, Mayra Mendoza, Nancy González, Martha Rosenberg, Victoria Donda, Mónica Macha, Mario Sebastiani y muchas adolescentes y jóvenes de movimientos feministas, artísticos y estudiantiles aportan su visión del tema en un film de estructura clásica, espíritu didáctico y efecto movilizador. Diego Batlle