Desde la pantalla en rojo con la que se abre They Have Escaped, seguida de un plano detalle de unos sensuales labios rojo jazmín, queda claro que el tono realista del prolongado arranque del film no es más que un estado transitorio. Un extenso prólogo en el que asistimos al decisivo encuentro de una pareja predestinada a la huida: un desertor del ejército que realiza servicios sociales en un centro para jóvenes conflictivos (Teppo Manner) y una fierecilla indomable cuya tez pálida esconde llamaradas de furia (Roosa Söderholm). En estos términos, The Have Escaped, del finlandés J.-P. Valkeapää, se perfila como una efectista road movie motorizada por el angst adolescente, que toma cuerpo de forma definitiva cuando la película muestra, juguetona, sus verdaderas cartas: unas perturbadoras fugas oníricas.

They Have Escaped combate su languidez y el limitado encanto de sus personajes recolectando sigilosamente los indicios de un febril y macabro cuento de hadas: cabaña en el bosque, monstruos de apariencia humana y la amenaza constante de un perseguidor omnipresente (una policía sin ley ni rostro). Por otra parte, la película equilibra la rígida relación entre los protagonistas embarcándose en un peregrinaje constante, que tendrá su cenit expresivo en una fulgurante y psicodélica fuga lisérgica. Entregados en alma y sobre todo en cuerpo a un éxtasis primitivo – figuración salvaje de una comunión con la naturaleza–, los protagonistas conquistarán una suerte de utopía salvaje cuyos estigmas les perseguirán durante lo que resta de metraje.

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Lo mejor de They Have Escaped es la negativa inicial del director a juzgar a sus jóvenes antihéroes. Valkeapää está con y por ellos, arropándolos en su vulnerable tránsito por una Finlandia (semi-rural) llena de peligros para las almas inocentes. El problema es que, en su torrencial y escabrosa recta final, arrastrada por la ambición estética, la película termina ensañándose con sus protagonistas, que acaban convertidos en los conejillos de indias de un exorcismo social.

Hay que reconocerle a Valkeapää una cierta habilidad para desintegrar la lógica de su relato a golpe de impulsos pesadillescos. De hecho, el impresionista y enigmático cierre del film recupera algunas ideas de la magnífica Transe de Teresa Villaverde, donde la protagonista atravesaba un vía crucis personal relacionado con la corrupción moral de su entorno. Sin embargo, They Have Escaped arrastra demasiadas losas de su aletargado arranque, algo que no deja florecer del todo la intrigante visión que nos ofrece Valkeapää de la Finlandia contemporánea.