En Dead Slow Ahead, una de las experiencias estéticas más arrebatadoras que haya dado el cine español en los últimos años, Mauro Herce debuta como director con una película documental que es casi una de ciencia ficción. Tras dos meses y medio viajando en el barco “Fair Lady”, Herce se acerca a todos los recodos de ese barco carguero, y lo hace prestando tanta atención al plano general como al plano detalle. El escenario se muestra tan terrorífico como fascinante mientras que el discurso siempre es a través del espacio. No es el único mérito de una película que tiene también uno de los trabajos de sonido más alucinantes (en todos los sentidos) del año. Dead Slow Ahead es una de esas películas donde uno nunca sabe donde acaba la banda de sonido y comienza la sonora. Al acabar, sentimos que la velocidad de las vidas de los trabajadores del barco se ha ralentizado, pero nunca así nuestro tiempo o experiencia tras el visionado. Dead Slow Ahead son 74 precisos minutos donde nunca hay prisa pero tampoco pausa. La película se llevó el premio especial del Jurado “Cineasti del Presente” en el pasado festival de Locarno. Endika Rey

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