El Festival de San Sebastián dedicará una retrospectiva, con la colaboración de Filmoteca Vasca, al director y guionista francés Claude Sautet (1924-2000), autor de películas como A todo riesgo (1960), Las cosas de la vida (1970) y Max y los chatarreros (1971). Conocido por sus colaboraciones con artistas como Romy Schneider, Michel Piccoli o Emmanuelle Béart, Sautet, según la organización del SSIFF, se situó “en una cierta encrucijada en la historia del cine francés: no pertenecía a la generación de los realizadores de posguerra ni formó parte de la Nouvelle Vague”.

Nacido en Montrouge en 1924 y fallecido en París en 2000, Sautet comenzó en la industria del cine en 1950 como ayudante de dirección y trabajó en una docena de filmes entre comedias y relatos criminales realizados por André Cerf, Edouard Molinaro y Richard Pottier. Su película más importante como asistente fue la última en la que desempeñó esta función, Los ojos sin rostro (1960), influyente película de Georges Franju en cuyo guion también participó.

Los primeros intereses del Sautet director se deslizaron hacia el polar, género al que aportó A todo riesgo (1960), protagonizada por uno de los actores más representativos del género, Lino Ventura, y basado en una novela de José Giovanni. Un año antes, Sautet ya había coincidido con Ventura en otro polar, La fiera anda suelta (1959). Eran los tiempos de la eclosión de la Nouvelle Vague y aunque Sautet no formó parte del movimiento, ahí estaba Jean-Paul Belmondo encarnando a un delincuente en A todo riesgo como lo había hecho en Al final de la escapada (1960), de Jean-Luc Godard.

Sautet siguió vinculado al cine criminal y a José Giovanni al participar en el guion de Ronda de crímenes (1963) de Jacques Deray y en varios filmes policíacos más. Luego, con el cambio de década, Sautet inauguró la etapa más fecunda y popular de su carrera gracias a la colaboración con Romy Schneider y Michel Piccoli en Las cosas de la vida (1970) y Max y los chatarreros (1971). Yves Montand se unió al grupo a partir de Ella, yo y el otro (1972), con Schneider, y Tres amigos, sus mujeres y… los otros (1974), con Piccoli.

Según la organización del Festival de Sant Sebastián, “el éxito de esta especie de díptico sobre las crisis sentimentales y existenciales de diversos personajes de mediada edad marcó un nuevo tono en la obra de Sautet. El drama se volvió más oscuro en Mado (1976), su último filme con Piccoli; Una vida de mujer (1978), la última colaboración con Schneider, y Garçon! (1983), el último con Montand. Todas son películas centradas en desencuentros y reencuentros amorosos, en la idea de agarrarse a una última oportunidad.

Más adelante, Sautet encontró en Emmanuelle Béart a una nueva actriz con la que se sintió tan seguro como con Schneider. Con ella realizó sus dos últimos filmes, Un corazón de invierno (1992) y Nelly y el Sr. Arnaud (1995), dramas delicados sobre triángulos amorosos y atracciones inesperadas. Su último trabajo se encuadró en el Collectif de Cinéastes Pour les Sans-Papiers, colectivo formado por 200 directores, productores, exhibidores y distribuidores franceses –entre ellos Sautet, Bertrand Tavernier, Jacques Audiard, Sólveig Anspach, Catherine Corsini, Laurent Cantet, Philippe Garrel, Lola Doillon y Alain Bergala– que firmaron un manifiesto en forma de cortometraje en apoyo a todos los inmigrantes ilegales en Francia, Nous, sans-papiers de France (1997).

En la 70ª edición del Festival, que tendrá lugar del 16 al 24 de septiembre, se inaugurará una línea de libros de cine editados en colaboración con Filmoteca Vasca y cuyo primer número estará dedicado a Claude Sautet.