Considerada muchas veces una de las películas menores del cineasta Blake Edwards, The Party (traducida en la España franquista como El Guateque) es una de las cimas del slapstick, esa rama de la comedia que hace de la fisicidad del cómico su columna vertebral, en la que se dan cita tradiciones tan aparentemente dispares como el humor físico-intelectual del francés Jacques Tati o la mejor tradición de la comedia física, disparatada y disparada de Chaplin o Buster Keaton. Introduciendo un actor secundario en una fiesta de Hollywood a la que ha sido invitado por error, Edwards construye un crescendo de absurdos y disparates, una revuelta anárquica de afilada crítica a los vicios de la aristocracia del mundo del espectáculo. Con acidez y frialdad, y a través de un personaje torpe en un ambiente extremadamente hipócrita, Edwards no solo construyó un ejemplo de cómo la comedia se construye por la igualación por lo bajo de todos los escalafones sociales, sino una obra inolvidable de ese humor que se basta tanto en el realizador como en los prodigios corporales del actor. GdPA
Programación completa del Cine Estudio del Círculo de Bellas Artes.