Tras su primera colaboración en 1961, con Plácido, Luis García Berlanga y el guionista Rafael Azcona volverían a colaborar en El Verdugo, sentando las bases de una relación cinematográfica que terminaría por crear uno de los frescos audiovisuales más inmisericordes de la España franquista. El verdugo, que como su propio título indica, tiene como protagonista a uno de los encargados de ejecutar las penas de muerte bajo la dictadura, es un retrato inmisericorde de la lucha por la supervivencia, a toda costa, en un contexto embrutecido, embrutecedor, y en el que se privilegia la autodefensa, el engaño, frente a la moral. A través del retrato de los tres personajes al borde de la miseria moral y económica, la película construye un retrato metafórico de un país a la deriva, a través de un humor que se emparenta con las más negras tradiciones del esperpento y lo grotesco tan propias de la literatura y el teatro español. GdPA
Programación completa del Cine Estudio del Círculo de Bellas Artes.