Manu Yáñez

Cuidar cada imagen, y cada corte de montaje, como si fuera la compuerta a una revelación histórica, sociológica y cinematográfica. Esa es la preocupación que se advierte en los trabajos de Luis López Carrasco, algo que se corrobora al escucharle y leerle. En la siguiente entrevista, realizada por e-mail tras el estreno mundial de su cortometraje Aliens en el pasado Festival de Locarno, el miembro del Colectivo Los Hijos y director en solitario de El futuro reflexiona sobre las claves de su aproximación a la figura de Tesa Arranz, conocida como “la musa de la Movida Madrileña”. Un acercamiento que pone de relieve la dimensión ética, el compromiso humano, el poso cultural y la vocación transgresora del proyecto fílmico de López Carrasco.

Como ocurría en El futuro, Aliens presenta la crónica de una fiesta fulgurante y una resaca deslucida, todavía tocada por la irreverencia, pero marcada por un abatimiento un tanto lúgubre. En el relato y en el rostro de Tesa Arranz conviven elogios y reproches, sonrisas y amargura, una especie de antimitología arrebatada. ¿Dirías que la realización de Aliens ha cambiado, en algún sentido, tu visión del pasado reciente de España?

No exactamente, es posible que la motivación principal tanto para hacer El futuro como para hacer Aliens pase por desestabilizar (en la medida de mis limitaciones) discursos sobre nuestro pasado reciente que considero monolíticos. Por eso agradecí mucho las entrevistas originales que publicó Germán Pose: una colección de retratos que no comparten esa imagen idealizada y triunfal de la cultura de los ochenta.

Cuando conocí a Germán le dije que ojalá hubiera podido disponer de ese material cuando preparé El futuro. Como ya he comentado en muchas ocasiones, de los ochenta se habla mucho pero se dice siempre lo mismo y me sorprendió (cuando preparaba el largometraje en 2011) y me sigue sorprendiendo haber tenido tantas dificultades para encontrar puntos de vista que no formaran parte de un relato habitualmente mitificado y nostálgico. Sin embargo ya entonces tuve acceso a textos que podríamos emparentar con el relato de Tesa: además de entrevistas personales recuerdo títulos como ‘Los años de la aguja’, ‘Corre rocker’, ‘Los pasos del caído’, ‘Los setenta a destajo’ o algunas declaraciones recogidas en ‘Solo se vive una vez. Esplendor y ruina de la Movida Madrileña’.

Tengo la impresión de que El futuro se construía desde un punto de vista más distanciado y analítico que Aliens. Teniendo en cuenta la afinidad que se detecta entre tu mirada y la de Tesa Arranz, ¿te ha resultado difícil, en términos cinematográficos, asumir su perspectiva del pasado y el presente?

El proyecto nace de una propuesta del centro Home de Manchester y Matadero Madrid para producir una obra sobre una artista de los ochenta en España. Desde el primer momento planteo el texto de Pose y la obra de Tesa Arranz como el vehículo del film, que debía ser un cortometraje. En el momento en que contacto con Tesa ella se expone con total generosidad y me confía sus diarios, su correspondencia, sus cientos de poemas, sus obras teatrales, sus novelas, sus fábulas… Me doy cuenta de que la obra tiene que construirse con un aspecto y estructura de aparente sencillez, pues el sujeto representado es ya complejo de por sí. Por otro lado soy muy consciente de la responsabilidad que implica dar cuenta de una vida tan rica, tan múltiple, en un relato que atraviesa varias décadas en poco más de veinte minutos.

El punto de partida era hacer un archivo de esos quinientos cuadros de extraterrestres. Me interesaba muchísimo esa serialidad, ese ánimo acumulativo, esa obsesiva producción desbordante. Pensaba que en esos retratos podía esconderse un reflejo inconsciente de sus peripecias. ¿A quién pertenecen todos esos rostros? ¿Quiénes son?

Resulta fascinante escuchar a Tesa Arranz leyendo un monólogo autobiográfico transcrito o reescrito por otra persona (Germán Pose, para su libro La mala fama). La lectura, pese a ser más espontánea que declamada, genera un efecto de distanciamiento muy peculiar. Es como ver a una persona ficcionándose a sí misma, como ocurre en las últimas películas de Pedro Costa. ¿Por qué optaste por la lectura del texto de Pose en vez de plantear una entrevista más convencional con Arranz?

Pose ya había entrevistado a Tesa durante horas y había hecho un trabajo de estilo extraordinario, dado que el monólogo escrito por él reproduce con fidelidad los giros, expresiones y modismos que emplea habitualmente Arranz. El texto, tal y como estaba organizado, era sencillamente inmejorable y trataba los temas que yo quería tratar. En rodaje probé a hacer una primera lectura con Tesa y ella en dos tomas consiguió darle un tono propio, que era a la vez espontáneo y calculado y que me resultó muy convincente. En cierto modo Tesa es así, espontánea y calculada.

Por otro lado, tal y como pudimos comprobar en rodaje, haría falta una serie de diez temporadas para poder aproximarse mínimamente a la vida inagotable de Tesa Arranz.

En El futuro, el planteamiento conceptual y la fuerza testimonial de las imágenes y las canciones se llevaban por delante todo atisbo de narración, mientras que en Aliens se impone el arrollador monólogo como relato de una vida y una era. Debo confesarte que, sólo tras el tercer visionado de Aliens, y después de leer el texto de Germán Pose, he sido capaz de estudiar con cierta claridad las imágenes y el trabajo de montaje. ¿Cómo fue el proceso de organizar las imágenes que iban a acompañar el monólogo? Me ha parecido detectar detalles significativos, como el salto a las imágenes del presente de Tesa Arranz en el momento en que el monólogo pasa a relatar la post-Movida.

El trabajo de montaje fue muy laborioso, aunque la obra parezca estar compuesta eminentemente de dibujos que aparecen tal y como alguien (una mano anónima) se los encuentra en sucesivas libretas. Ese aspecto tan básico, azaroso y sencillo de una obra que parece mostrar bloques sin editar es el resultado de un trabajo de orfebrería para ajustar el ritmo de cada retrato con respecto a un personaje, palabra o movimiento concreto. Tuvimos que construir mucho para reproducir ese carácter fortuito.

Mi idea era intentar buscar correspondencias entre la voz de Tesa y los retratos que vemos. Esa identificación a veces puede parecer evidente y otras es más leve o apenas se produce. Su relato verbal está plagado de personas, sean más o menos célebres, y yo intenté ordenar todos esos retratos imaginarios para buscar asociaciones o pautas, como si pudiesen ser una imagen estilizada o distorsionada de algún fantasma del pasado. En la fase final los retratos nos muestran a diferentes mujeres, cada vez más hieráticas, que van perdiendo sus atributos humanos hasta convertirse en figuras que se asemejan a ángeles, alienígenas o lagartos. Justo en ese momento, comparece ella y, como bien has anotado, el texto parece haber saltado en el tiempo (o haber entrado en un limbo que fusiona pasado y presente) y ella misma, en su crisis, tiene visiones acerca de un posible yo futuro. Dice textualmente “vi esas imágenes y todo me parecía una película ridícula y absurda, y el corazón dejó de arderme”.

En El futuro, la filmación en 16mm constituía la base de un simulacro: una desviación tecnológica que abría una brecha en la Historia reciente de España. En Aliens, las imágenes de Tesa filmadas en VHS-C (o Video 8) son literales más que evocadoras, aunque podría considerarse que los dibujos de los aliens quizá aluden a toda una generación. ¿Qué efecto(s) buscabas aquí con el uso del VHS-C y Video 8?

Registrar todo en VHS y Video 8 me permitía darle al material registrado en 2017 una cierta continuidad con el archivo real de 1980 y provocar algunas dudas sobre si lo que vemos es un archivo doméstico, personal, de esa época, o una reconstrucción deliberada. Los espectadores se encuentran ligeramente desplazados cuando ven el film, en un primer momento no es fácil atribuir una fecha concreta a las imágenes. Esa duda te obliga a tomar decisiones, a interrogar el film, a participar de lo que ves. Cuando finalmente aparece Tesa, en el film pasa algo. ¿Desde dónde nos habla su voz?

La idea de mostrar la actuación de los Zombies dos veces, primero emborronada por defectos en la imagen y al final de forma clara, ¿responde a la búsqueda de una clarificación de la Historia?

Al principio del film las imágenes y sonidos están rotos, lleno de ruido e interferencias. En cierto modo el cortometraje es un viaje en el que el relato de Tesa se sintoniza, su memoria se restituye.

Aliens contiene una reivindicación del trabajo poético de Arranz. ¿Tenías la intención de poner en valor un magma artístico, generado en torno a la Movida Madrileña, que suele explicarse únicamente como un fenómeno coyuntural?

Lo interesante del proceso de producción de esta pieza es que, aunque en un primer momento me interesaba mucho el discurso iconoclasta de Tesa sobre la cultura de los ochenta, poco a poco esa parte ha perdido su centralidad dentro del retrato. La biografía de Arranz y el modo en el que ella reflexiona sobre sus sentimientos, sus delirios, sus adicciones y su enfermedad, es de una riqueza y honestidad que todo lo demás palidece, es como si la Movida adquiriera una dimensión más justa, atenuada en relación a la vitalidad tanto de la obra literaria como de las peripecias del personaje.

Uno de los momentos más punzantes de Aliens es la aparición de un texto en el que se destaca, subrayada, la frase “todo es cuestión de imagen”. La frase parece una disección lúcida tanto de las contradicciones de la Movida y su relato, como de tu proyecto cinematográfico. ¿Qué sentiste al descubrir aquello?

Las secuencias con los textos de Tesa dividen el cortometraje en diferentes capítulos. Esa secuencia concreta incorpora fragmentos de su novela ‘El grupo’, que contiene elementos autobiográficos. Me interesaba de esa obra los momentos en los que Tesa describe la sociedad que le rodea, y cómo por un lado participa de su entusiasmo pero a su vez cómo ironiza de manera autoconsciente sobre el aspecto superficial y espumoso de ese ambiente. Me parecía importante hacer un comentario (con ese y otros fragmentos) sobre la clase social privilegiada a la que pertenecen muchos de los protagonistas de la Movida. De un modo más general los textos nos ofrecen un contrapunto al discurso verbal de la propia Tesa, nos hablan de otras versiones posibles de Tesa Arranz. En ese sentido creo que tanto ella como yo estamos satisfechos de haber podido mostrar de manera equilibrada sus luces y sombras, su dulzura y su voracidad.

¿Qué significa para ti haber podido presentar Aliens en un festival tan prestigioso como Locarno? ¿Qué camino te gustaría que tuviese la película de ahora en adelante?

Lo de Locarno ha sido un subidón espectacular. Yo tenía muchas dudas sobre la posible carrera internacional del cortometraje porque quizá podía ser considerado demasiado local. Nada más lejos de la realidad, para mí sorpresa está gustando mucho y en públicos distintos a los de obras anteriores. Poder ir a Toronto y Nueva York y estrenar en Gijón es inmejorable.

¿Puedes contarnos algo sobre tu siguiente proyecto, El año del descubrimiento?

Es un proyecto de largometraje producido por Lacima y en donde contaré con el mismo equipo técnico que en El futuro. El objetivo es producir una mirada distinta sobre 1992, contar desde otro lugar un año tan connotado y fundamental a diferentes niveles para entender el relato de las clases medias de nuestro país, el modelo económico basado en el sector terciario, el modo en el que nos reflejamos en Europa y el momento en el que la cultura del pelotazo y la política espectáculo de macroeventos culturales adquirió carácter, por así decirlo, institucional. El objetivo es ofrecer otras narrativas de nuestro pasado reciente, relatos de la periferia, de grupos sociales que desaparecieron del imaginario cultural a partir de los años ochenta pero que siguieron existiendo a pesar de ser totalmente invisibilizados. En el caso concreto de este film, me refiero a los trabajadores y trabajadoras de Cartagena que protestaron contra la reconversión industrial y que el tres de febrero del 92 se enfrentaron con la policía en un clima de extraordinaria violencia que culminó con la quema con cócteles Molotov del parlamento regional.