El cineasta, escritor y poeta asturiano Ramón Lluís Bande estrenó este año una de esas películas que España necesitaba desde hacía años, y que sin embargo, no parecía llegar nunca: una reivindicación de la memoria de los maquis, esos guerrilleros republicanos que, una vez terminada la guerra, se echaron al monte a seguir plantando cara a la dictadura franquista, jugándose la vida, y consagrándola al ideal de la libertad frente a la grisura y grosería obscena de la dictadura fascista.

Pero más allá de la pertinencia del tema, la película de Bande sobresale por haber elegido una propuesta cinematográfica que no se deja sobrellevar por la nostalgia ni el romanticismo, sino que apuesta por una forma austera, sólida e inamovible, en la que es la exploración de los lugares en los que los últimos maquis fueron asesinados quien nos enfrenta a la memoria o desmemoria de su legado. Así, los paisajes de los bosques se convierten en improvisados mausoleos, y el espectador está obligado a interrogarse sobre su relación con la historia escondida entre las hojas de los árboles.

Programación completa del Cine Estudio del Círculo de Bellas Artes.