Conocida entre nosotros como La fuerza del destino, este film noir figura como uno de los hitos en la truncada trayectoria del cineasta neoyorquino Abraham Polonsky, que llegó a estar nominado al Oscar de Hollywood por su guion para la película Cuerpo y Alma (1947) de Robert Rossen. Como Cuerpo y alma, Force of Evil fue protagonizada por John Garfield, que dio vida a Joe Morse, un abogado al servicio de Ben Tucker (Roy Roberts), un hombre que se ha enriquecido gracias al clandestino e ilegal negocio de las apuestas. Pero para asegurarse el monopolio de esta actividad necesitan dar un golpe que implique la desaparición de todos los pequeñas casas de apuestas. Casualmente, una de ellas la dirige el hermano de Morse. El film, por desgracia, da cuenta de la interesante trayectoria de un cineasta (Polonsky) que fue víctima de la persecución de la persecución anticomunista durante la caza de brujas dela era McCarthy. Según apuntó el crítico e historiador Andrew Sarris en su célebre libro The American Cinema, “Polonsky, junto a Chaplin y Losey, figura como una de las grandes víctimas de la histeria anticomunista de la década de 1950. Y Force of Evil permanece, tras repetidos visionados, como una de las grandes películas del cine americano moderno. La escena del taxi con Garfield y Beatrice Parson puede competir en brillo con el duelo de Brando-Steiger en La ley del silencio de Kazan.

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