Mara y Jo (encarnadas por Tallie Medel y Norma Kuhling, ambas igualmente tocadas por la varita de la naturalidad más encantadora) son las dos patas con las que avanza un film con la mirada puesta irónicamente en el pasado. La elección del propio título nos remite a una edad (aquella en la que se conocieron las protagonistas) superada, literalmente, desde los títulos de crédito iniciales. Cuando empieza la acción, Jo y Mara han quemado ya la etapa universitaria, y pelean en unas trincheras de la cotidianidad dominadas por la precariedad laboral y la inestabilidad romántica. Algunos han estado ahí; otros, ahí seguimos. Por su parte, Sallitt invoca con sabiduría la identificación del espectador. Convoca una suerte de memoria universal a través de la escritura, aunque también mediante una puesta en escena busca desentrañar muy sutilmente los mecanismos de la memoria. Tanto en los interiores como en los exteriores, Fourteen se articula a través del gesto esencial de “llenar el encuadre vacío”. Una escaleras, una terraza, una sala de estar, una estación de tren… Todos estos espacios son ocupados, de repente, por personas. Manda la lógica de la memoria, siempre más considerada con lugares, antes que con las caras. Víctor Esquirol

Programación completa de la sala Zumzeig