Aunque las afirmaciones categóricas siempre suenen a boutade por lo que tienen de extremas, El increíble hombre menguante es probablemente, y arriesgándonos a sonar desmesurados, una de las mejores películas de la historia del cine. La película de Jack Arnold tiene todo aquel discurso por el que un niño puede fascinarse por el arte de la imagen en movimiento y, al mismo tiempo, toda aquella lectura por la cual un adulto puede confirmar esa fascinación. Muchas veces lo más importante del cine es precisamente eso: saberse en manos de un decorado en el que el espectador es únicamente la menor de las piezas porque todo tiene el sabor de lo imposiblemente grande. El increíble hombre menguante es una historia donde lo infinitesimal y lo infinito se acercan y se tocan en la que es, al mismo tiempo, una de las mayores y las menores aventuras de la historia del cine. ER

Programación completa de la sala Phenomena