La organización de INTERSECCIÓN – Festival de Arte Audiovisual Contemporáneo ha anunciado que su quinta edición, que se celebrará en A Coruña del 18 al 23 de octubre, tendrá como una de sus sedes el icónico Cine París, que llevaba años cerrado. Este inmueble, histórico de la ciudad herculina, será la sede principal del festival convirtiéndose en un punto de encuentro entre artistas y profesionales internacionales con el público local. INTERSECCIÓN focaliza su programación en obras que se encuentran en el cruce del arte contemporáneo y el cine de vanguardia, abarcando una gran variedad de formatos, técnicas y lenguajes.
La inclusión del Cine París entre las sedes del festival no será la única apuesta de INTERSECCIÓN por acercarse al público de la ciudad. El festival también se celebrará en dos edificios referentes en la programación cultural coruñesa: el CGAI – Centro Galego de Artes da Imaxe y la Fundación Luis Seoane. El CGAI albergará proyecciones de las secciones tanto competitivas como no competitivas, mientras que en la Fundación Seoane el público disfrutará de dos exposiciones de video-instalaciones. Por su parte, el Cine París acogerá gran parte de las sesiones de INTERSECCIÓN, incluida una instalación de Realidad Virtual (RV) con la que el público podrá sumergirse en la obra de los artistas Sergey Prokofiev y Tin Wilke.
En su quinta edición, INTERSECCIÓN abarca desde un lente poético la crisis ecológica a la que nos estamos enfrentando. Según la organización del evento, con la sección “Una caída, una fractura, una posibilidad” como eje, el “festival se pregunta: ¿cómo vivimos con la incertidumbre?, ¿qué decidimos quedarnos y qué descartamos?, ¿cómo lloramos lo que hemos perdido sin permitir que el duelo nos paralice?, ¿qué nuevas perspectivas se revelan en esta caída a lo desconocido que experimentamos?, ¿podemos sacar un nuevo sentido de libertad de todo esto?”. A través de la sección “Una caída, una fractura, una posibilidad”, Intersección explorará las conexiones entre los humanos y su ecosistema en la obra de la artista y cineasta Pauline Julier, a quien INTERSECCIÓN dedica uno de sus focos este año. Pero también se estudiará “la sensación de pérdida –de biodiversidad, de lugares seguros, de información o de recuerdos– que estamos experimentando y provocando como especie a través de la obra de artistas como Ana Moure, César Fuentes, Mon Cano, Íñigo Barrón o Edgar Díaz”.