(Imagen de cabecera: Plumas de Omar el Zohairy)

Entre el 3 y el 13 de noviembre, Barcelona volverá a acoger la Muestra de Cine Árabe y Mediterráneo de Cataluña, certamen que este año celebra su decimosexta edición. Organizado por la ONG Sodepau, la Muestra se ha consolidado como una ventana abierta a las cinematografías del mundo árabe. Con la Filmoteca de Cataluña como sede de sus proyecciones, y con la incorporación de la sala Zumzeig como subsede, la XVI Muestra propone la proyección de 13 largometrajes y un programa de cortometrajes, algunos de ellos estrenos en el estado español, producidos en Siria, Egipto, Palestina, Irak o Argelia. En la programación, conviven títulos de directores de firme trayectoria, como Karim Aïnouz, Hala Alabdalla o Omar el Zohairy, con obras primerizas. Este año, la Muestra pone el foco en las nuevas miradas emergentes, y para ello abre la puerta a cortometrajes de escuelas o asociaciones del sur del Mediterráneo. Es el caso del programa titulado Commund ground, fruto de la colaboración con Qisetna, organización sin ánimo de lucro creada con el objetivo de proporcionar una plataforma digital para que la comunidad siria desplazada comparta, documente y preserve su patrimonio cultural.

Además de los 14 largometrajes que conforman el corazón de la programación, la Muestra reivindica también el cine clásico, representado por cuatro películas programadas por Rasha Salte, toda una personalidad desde su trabajo de investigadora, escritora, productora y comisaria de arte y cine.

Uno de los grandes protagonistas de la Muestra de este año será Omar Amiralay. Muerto prematuramente en 2011, este director y activista sirio, muy crítico con un régimen que prohibió las proyecciones de sus películas, vio cómo se generaba un mercado que las hacía circular clandestinamente. A él va dedicado el largometraje encargado de inaugurar una Muestra que hace evidente su vínculo emocional con quien fue invitado en su tercera edición, y a quien la Filmoteca estaba preparando una retrospectiva poco antes de su muerte. Dirigido por Hala Allabdala, amiga, productora, y compañera de lucha, Omar Amiralay: Sorrow, Time, Silence es un documental que se vehicula a partir de los encuentros y charlas entre los dos cineastas. Por su parte, la encargada de clausurar la Muestra será Plumas, una comedia con elementos surrealistas que ganó la Semana de la Crítica del Festival de Cannes de 2021. Dirigida por Omar el Zohairy, esta historia denuncia el machismo patriarcal de la sociedad egipcia a partir de la peripecia de una familia que ve como, en una fiesta de cumpleaños, un mago convierte al padre en una gallina.

De Egipto llegará también Mapping Lessons de Philip Rizk, un ensayo político que hibrida material de archivo histórico y ficción de aires experimentales para reflexionar sobre neocolonialismo e independencia. Las luchas sociales también sobrevuelan la tesis de Avant le declin du jour, en la que el director Ali Essafi reivindica a toda una generación de cineastas marroquíes crecidos a finales de los 60 y durante la década de los 70.

“Marinheiro das montanhas” de Karim Aïnouz.

Con Our river, our sky, la cineasta iraquí Maysoon Pachachi construye una red de relatos cotidianos que se entrecruzan para mostrar la realidad de Bagdad en invierno de 2006, con la ciudad y el país invadidos por Estados Unidos. Mientras que, en Beirut: Eye of a Storm, la directora libanesa Mai Masri también retrata un momento turbulento, en este caso alrededor de las multitudinarias protestas contra el gobierno del Líbano a finales de 2019. Por su parte, la lucha de Karim Aïnouz, cineasta y artista visual brasileño de padre argelino, es la de recuperar sus raíces, viajando por primera vez en la vida al país del padre, para encontrar, en Marinheiro das montanhas, también el legado de la búsqueda de la independencia contra la dominación colonial francesa.

En Farha, ópera prima de la directora Darin J. Sallam, se evoca la Nakba, o el proceso de ocupación israelí y de expulsión de centenares de miles de palestinos en 1948, consecuencia de la guerra y la retirada de las tropas británicas. También debuta en el largometraje el joven Ameer Fakher Eldin, que hace una particular adaptación de la novela homónima de Albert Camus en The Stranger.

Por último, desde la Muestra de Cine Árabe se intenta recuperar, cada año, películas clásicas árabes reivindicables por su carácter vanguardista o por su contenido político. Este año, el certamen le ha dado carta blanca a la escritora y curadora artística Rasha Salte, que propone cuatro largometrajes. Uno de ellos es L’homme qui regardait les fenêtres (1984), del prestigioso cineasta argelino Merzak Allouache, todo un referente a la hora de mostrar las diferentes realidades de la sociedad argelina contemporánea. Luego, la proyección de la película inaugural, sobre la figura del cineasta Omar Amiralay, vendrá acompañada por una de las elecciones de Rasha Salte, Par un jour de violence ordinaire, mon ami Michel Seurat… (1995), una de las obras más relevantes de Amiralay. La carta blanca se completa con Nos guerres imprudentes (1995), documental de Randa Chahal Sabag sobre la memoria de un Beirut devastado por la guerra civil libanesa, y La république du silence (2021), catártico retrato en primera persona de la siria Diana el-Jeiroudi, que explica cómo llegó a Berlín y como encontró en el cine una forma de compromiso y rebeldía.