(Imagen de cabecera: La Parra de Alberto Gracia)

Josep Santcristòfol (Rotterdam)

Nuestro recorrido por la edición de 2024 del Festival de Rotterdam se inició por todo lo alto gracias al estreno mundial de La Parra, la nueva obra del cineasta gallego Alberto Gracia, quien en 2013, en el certamen neerlandés, se llevó el premio FIPRESCI de la crítica internacional con su ópera prima, O Quinto Evanxeo de Gaspar Hauser. En la edición de este año, el director ferrolano es el único español que compite por el máximo galardón del festival en la sección Tiger.

La Parra es una obra muy difícil de clasificar. En su brillante secuencia inicial, el género irrumpe a través del sonido, convirtiendo una escena dramática con tintes de humor negro en una experiencia más cercana al terror e incluso a la ciencia ficción. En esta audaz declaración de intenciones, presenciamos el misterioso suicidio de un hombre que se tira desde lo alto de una montaña tras haber guiado por una ruta senderista a un grupo de ciegos, que se quedan totalmente desamparados en lo alto del monte. Ésta será una de las tres historias que atraviesen la película, siendo la principal de ellas la protagonizada por Damián, quién regresa a Ferrol debido al suicidio de un amigo. Allí se encontrará con una ciudad gris, que parece atrapada en un tiempo difuso, sin pasado ni futuro, solo un presente indefinido y desesperanzador. Así, Gracia construye una película melancólica y visceral, que se arriesga a experimentar con los géneros cinematográficos sin caer en el pastiche postmoderno. En definitiva, una clara candidata al máximo galardón de Rotterdam 2024.

En nuestra primera jornada en el prestigioso festival de cine independiente, también pudimos gozar de Elegies, el último trabajo de una de las grandes cineastas contemporáneas: Ann Hui. Estamos ante un documental sobre la poesía contemporánea de Hong Kong, en el que Hui entrevista a algunos de los poetas hongkoneses más reconocidos de la actualidad, como Huang Canran o Liu Waitong. Podría parecer una obra menor en la filmografía de la directora, pero no hay que dejarse engañar por la escasez de medios de la que hace gala este documental –una rareza en la filmografía de Hui–, ya que se trata de un poderoso testimonio del itinerario vital de una cineasta que estudió literatura china, especializándose en poesía. En el propio film, la directora de Liaoning afirma que llevaba décadas con la idea del documental en la cabeza, pero la falta de interés de las productoras había impedido el desarrollo del proyecto. Es justamente a causa de la pandemia de COVID –la mayor parte del documental está rodado durante los meses en los que el confinamiento era más duro y estricto– que esta película ha podido ver la luz, revelando una incisiva reflexión sobre el presente y el futuro de la poesía china, además de un homenaje al territorio hongkonés.

Otro de los grandes acontecimientos del día fue la premiere mundial de la octava película del realizador brasileño Marcelo Gomes, un habitual de los grandes festivales europeos. Portrait of a Certain Orient es una coproducción ítalo-brasileña que adapta la obra homónima del escritor brasileño Milton Hatoum. En ella, Emir y Emille son dos hermanos católicos libaneses que, poco después del final de la II Guerra Mundial, deciden emigrar a Brasil en busca de mejores oportunidades. En el larguísimo trayecto en barco, Emille conocerá y se enamorará de Omar, un comerciante musulmán, lo que provocará la ira y los celos de Emir, incapaz de aceptar una situación que considera intolerable. El director brasileño encierra, de principio a fin, a los personajes –y de paso, también al espectador– en espacios claustrofóbicos, reflejo de la espiral de celos, violencia y desconfianza de la que no pueden escapar. Además, cabe destacar la exquisita fotografía en blanco y negro que firma Pierre de Kerchove, colaborador habitual de Gomes.