Continúa el centro de arte contemporáneo con sus raciones de nostalgia pop-ular con una programación cinematográfica, para qué engañarnos, más propia de un canal de oldies que de un centro de arte subvencionado con dinero público. Sea como sea, nunca es tarde para ver, o volver a ver, un mito del humor cinematográfico como es La vida de Brian, creada por el grupo Monty Phyton, auténticos exploradores de las posibilidades cómicas del absurdo que ellos elevaron a la categoría de bomba explosiva. La vida de Brian, película que en su momento molestó por igual a cristianos, judíos y, si existieran todavía, romanos de la antigua Roma, es una auténtica enciclopedia del humor, una colección de gags que van de lo linguistico a lo político pasando por el puro slapstick amargo y casi cínico, pero siempre estimulante.

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