¿A dónde van las cartas que se mandan a un país que no existe? ¿Quién las responde? Y sobre todo, ¿se puede filmar, y cómo, aquello que nos dicen que no está, aunque lo veamos, aquello que nos dicen que no se ve, aunque lo toquemos, aquello que nadie reconoce, aunque haya habitantes, gente que nace, vive, sueña y muere? El artista-cineasta francés Eric Baudelaire se enfrenta a un país, Abjasia, situado en el Caúcaso, y cuya existencia no ha sido reconocida oficialmente por la comunidad internacional, a través del diálogo con Max, un antiguo amigo suyo, ahora ministro de Exteriores de ese país que no existe, aunque sí. Como en su anterior película, L’anabase de May et Fusako Shigenobu, Masao Adachi et 27 années sans images (2011), Baudelaire trabaja por encima de lo informativo, de lo evidente, de lo obvio: ¿qué es lo que vemos, un país, una mentira, una película, un artefacto, un error de la historia y sus infinitas capas de escrituras y reescrituras? GdP

Programación completa del Museo Reina Sofía.