En un momento de angustia y con la locuacidad habitual de los personajes de Wes Anderson, el protagonista de Life Aquatic, un trasunto de Jacques Cousteau interpretado por Bill Murray, afirmaba: “¡Somos una banda de tipos extraviados!”. Por norma general, Life Aquatic suele ser considerada el patito feo de la trayectoria de Anderson. La película en la que las manieristas y barrocas maneras del director de Los Tenenbaum devoraban al artista. Sin embargo, vale la pena revisar esta obra lánguida y profundamente melancólica, un canto al desvanecimiento de la gloria y al deseo y necesidad de formar un clan. Puede que Bill Murray funcione mejor como secundario que como protagonista de los films de Anderson, pero aquí su antihéroe venido a menos encapsula a la perfección el rasgado romanticismo del toque Anderson. MY

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