Según ha anunciado la organización del Festival de Cine Internacional de Ourense, el certamen gallego acogerá una retrospectiva dedicada al cineasta argentino Mariano Llinás. Completarán los focos los programas dedicados a las cineastas Marilia Rocha y Jeannette Muñoz. Así, el 22º OUFF volverá a poner el foco en las cinematografías iberoamericanas y en una perspectiva de género. De Llinás, podrán verse títulos como Balnearios, La más bella niña o la monumental Historias extraordinarias, ejemplos de la concepción del “relato total” bajo la cual el cineasta argentino despliega sus torbellinos de ideas. BAFICI, Mar del Plata o Rotterdam son algunos de los festivales que han abrazado el trabajo de Llinás, siempre al margen de la industria. El director argentino visitará Ourense para acompañar su retrospectiva y presentar la primera parte de La Flor, su nueva película.

Por su parte, el foco centrado en Marilia Rocha recogerá los cuatro largometrajes de la cineasta brasileña. Con Aboio (2005), Acácio (2008) y A falta que me faz (2009), Rocha pone en marcha un ejercicio de memoria histórica a través de los recuerdos, imágenes y relatos personales de algunas de las comunidades brasileñas olvidadas por los dispositivos cinematográficos, documentos sin embargo esenciales para trazar una identidad de Brasil. Los trabajos de Rocha han sido reconocidos en DocLisboa, Quincena documental del MoMA o Karlovy Vary, entre otros festivales. En 2016 realiza su primera película de ficción, A cidade onde Envelheço, si bien afirma que “la ficción fue otra estrategia para trabajar el documental de otro modo”.

También apegado a la búsqueda, esta vez interior, encontramos el cine de la chilena Jeannette Muñoz. Aunque autodidacta, el cine de Muñoz toma cuerpo en Zurich cuando asiste a los programas curados por Ute Aurand, cineasta y docente de cine experimental, clave en la difusión y recuperación del cine experimental hecho por mujeres en las últimas décadas. Como la alemana, y con un amplio bagaje en las artes visuales, Muñoz encuentra su forma de expresión en los 16mm, con trabajos que la llevarán por centros de vanguardia como el Xcéntric barcelonés, el Ligh Movement de Berlín o el Palais de Glace de Buenos Aires. Entre su producción destaca la serie Envíos, una colección de cartas fílmicas sin retorno con las que reflexiona sobre sus experiencias personales al tiempo que se cuestiona sobre lo cinematográfico.