Noite Sem Distância supuso la primera aproximación de Lois Patiño a algo similar a una ficción depurada: el retrato del tiempo detenido de unos contrabandistas que tratan de cruzar la frontera entre Galicia y Portugal en un tiempo indefinido. Un compás de espera nocturno en el que el realizador ensaya dos técnicas de extrañamiento: por un lado, una simple inversión en negativo de la imagen convierte el paisaje en una pesadilla extraída de una noche alucinada; por otro, Patiño juega con cierto contraste entre la inmovilidad de las figuras humanas dibujadas sobre un paisaje que no se altera, y una cámara que lo recorre levemente. Todo se mueve, todo respira, todo suena, todo avanza imperturbable excepto esas sombras semi-humanas, espectros, voces de otro tiempo, que respiran levemente, casi inmóviles. Si cualquier documental tiene una relación directa con la muerte y los espectros, por su especial vinculación con lo que queda y lo que desaparece, Patiño ha construido con Noite Sem Distância su película más fantasmagórica, más aterradora. Gonzalo de Pedro

Ver la película en Vimeo